Las denuncias por estafas virtuales realizadas en la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires crecieron un 200% desde que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) a fines de marzo de 2020.
“Se vio un notorio aumento desde el inicio del ASPO, donde las actividades en línea aumentaron significativamente y con ello sus respectivas amenazas y riesgos”, explicó Arturo Pozzali, defensor adjunto y defensor del Cliente Bancario.
A través de mecanismos como el robo de claves de acceso a homebanking o de datos de tarjetas de crédito, los delincuentes cibernéticos encontraron diversas maneras de irrumpir la seguridad digital de las empresas bancarias.
“Las estafas más comunes suceden a través de cuentas apócrifas, redes sociales, mails o llamados telefónicos, armados con la idea de confundir y que las personas coloquen allí o manifiesten sus datos personales y de esta manera, robarles su identidad”, agregó Pozzali en un comunicado.
Desde la Defensoría adviertieron que muchas de estas denuncias están ligadas a la nueva modalidad llamada “phishing” . “Es el cuento del tío evolucionado al ‘2.0’. Son cuentas en redes sociales o mails con las mismas características que las oficiales pero con pequeñas diferencias posiblemente imperceptibles, donde uno coloca sus datos, sus claves, sus mails y un grupo de personas se hace de esos datos, los roba y logra entrar a los homebankings y hacer operaciones”, advirtió Pozzali.
La Secretaría de Comercio Interior multó a dos entidades bancarias -Santander y BBVA- por considerar que incumplieron con la obligación de garantizar la seguridad de los datos personales
El pasado 24 de junio, la Secretaría de Comercio Interior multó a dos entidades bancarias -Santander y BBVA- por considerar que incumplieron con la obligación de garantizar la seguridad de los datos personales, cuentas e intereses económicos de sus clientes. Para María Julia Giorgelli, subcoordinadora del Centro de Protección de Datos Personales de la Defensoría del Pueblo, lo fundamental es no difundir en internet ni el domicilio, ni nombre, ni apellido y tampoco entregar información de terceros.
“Lo importante es chequear que se traten de páginas seguras, oficiales y verificadas. Además hay que tener en cuenta que los bancos hoy trabajan de una manera particular, hay que pedir turnos, entonces no es común, ni habitual, que los bancos llamen para pedir nuestras claves y nuestros datos”, explicó.