En los patrulleros, en paradas de colectivo, en monumento y en distintos puntos de Florencio Varela se puede ver su rostro y la pregunta que nadie aun pudo responder. Dónde está Roxana Villalba. A dos años y 7 meses de su desaparición, el Ministerio Público Fiscal que lleva adelante la investigación no ha podido darle datos fehacientes a su familia de dónde está, quién se la llevó o qué pasó con la joven varelense desde aquel 7 de diciembre de 2018.
Alejandra Villalba desde su casa de Don Bosco, en Varela continua incansablemente junto a sus otros hijos con el pedido de datos para hallarla. La pandemia además de traer muerte y encierro ( aislamiento) en la población, amplió la dilación del accionar judicial que ya de por si venia demorando en las investigaciones que lleva adelante.
Una página en la red social facebook coordinada por un grupo de jóvenes mujeres varelenses lleva adelante la incansable vitalización del caso, y así lo hicieron el último miércoles 7 de julio al conmemorarse dos años y 7 meses desde que Roxana está desaparecida. A continuación el mensaje de quienes buscan a Roxana y alientan a no dejar de buscarla.
“No se olviden de su nombre, sigan nombrándola y preguntándose #DondeEstaRoxana”
“Hoy(7-7-21) se cumplen 2 años y 7 meses de la desaparición de #RoxanaVillalba. En todo este tiempo no sentimos otra cosa más que incertidumbre y desesperanza sobre el avance de su caso a cargo de la Fiscalía UFI 4 de #FlorencioVarela, donde la fiscal Nuria Gutiérrez es quién lleva la causa.
Pedimos, por favor, desde las redes feministas que supimos construir con todas las personas que nos han acompañado y acompañan en esta lucha –que son lazos que nos salvan-, que no se olviden de su nombre, sigan nombrándola y preguntándose #DondeEstaRoxana, abrazándonos ante el dolor de su ausencia.
Se tornan difíciles los días sin ella, somos una familia que la espera todos los días desde el 7 de diciembre de 2018 y se pregunta por su bienestar físico y psicológico, si pasa frío, si tiene hambre… No se olviden que Roxana es trasplantada hepática y que toma medicación para seguir un tratamiento que no sabemos si hace 2 años y 7 meses lo está haciendo.
Exigimos al Poder Judicial que nos dé respuestas sobre su causa, debido a la situación de público conocimiento de la pandemia, han dejado de respondernos, menos que antes. Eso vuelve todo este proceso más frustrante para las personas que la seguimos buscando.
Estamos desesperadxs por saber dónde está y con quién. La tierra no traga, a Roxana se la llevaron en contra de su voluntad y no vamos a parar de publicar su cara hasta que aparezca.
Aparición con vida de Roxana Villalba. No te olvides de su nombre, ayúdanos a seguir difundiendo este caso. #BuscamosARoxana”.
Ultimas marchas antes de la pandemia
Hasta marzo del 2020 fueron muchas las acciones realizaron los familiares y amigos de Roxana Villalba para que quien investiga el caso de datos concretos de su paradero. Se realizaron congregaciones frente a las Fiscalias Descentralizadas de Varela, de Quilmes, también actos y marchas por la ciudad donde Roxana se crio, pero nada hizo que la causa se moviera con pistas concretar.
Una de las últimas acciones fue en diciembre de 2019, al conmemorarse una año de la desaparción de la joven y se organizó frente a la Fiscalia UFI N° 4 , ubicada en Av. Perón 485 de Florencio Varela, allí exigieron “a la fiscal Nuria Gutiérrez que tome la responsabilidad del caso seriamente para que Roxana aparezca sana y salva”. Luego de aquella acción no hubo respuestas sobre su paradero.
“No vamos a parar de salir a la calle a reclamar que el Estado es responsable y que la fiscal Nuria Gutiérrez tiene que hacerse cargo. Queremos que Roxana aparezca sana y salva”, exigían en aquel primer aniversario de su desaparición y continúan haciéndolo a mas de dos años y medio.
Recordemos que, Roxana Villalba fue vista por última vez el 7 de diciembre de 2018, cuando dejó su casa en Don Orione, la localidad de Zeballos en Florencio Varela. El día 13 de ese mes, no se presentó al turno en el hospital Argerich para hacerse los controles, ya que la joven había sido trasplantada hepática en su niñez. Su madre Alejandra, sus hermanos y amigos siguen pidiendo respuestas al Estado, que parece no saber o no querer buscar a la joven.