Raquel trabaja como empleada doméstica, desde hace tiempo le han diagnosticado leucemia crónica. Su obra social, OSPACP la hace padecer cada vez que debe renovar la entrega de fármacos. Necesita Ponatinib de 15 MG para poder vivir y está desesperada: “tengo una hija pequeña y quiero vivir”, indicó.
“Es un destrato total cada vez que me dirijo a la obra social”; indica la trabajadora.
Oriunda de Tigre, del norte del GBA, pide solamente que la obra social cumpla con lo que le debe dar, los remedios a partir del diagnóstico que ella tiene: “he visto como maltratan a las personas, quiero que me den lo que me corresponde, es por mi salud, estoy angustiada. Trabajo y es mi derecho a la salud”.
En este portal hemos dado cuenta del padecimiento de la vecino bonaerense en cada oportunidad en que debe renovar la medicación ante la obra social del personal auxiliar de casas particulares. La salud de una joven madre depende de la burocracia, esperemos que la celeridad pueda imperar en pos del no deterioro de la salud.