La agente de la Policía Bonaerense Nahir Grisel Carrizo está detenida y acusada de haber asesinado con su arma reglamentaria a quien la violó en forma sistemática cuando era chica: el abusador es Lucio Larramendia González, a quien confrontó el 22 de junio de este año al enterarse que sus hermanas menores estaban corriendo la misma suerte que ella.
Luego de intentar quemarle la casa, lo ejecutó luego de una discusión asestándole tres disparos de los cuales uno de ellos dio en la cabeza de Larramendia, en un hecho que tuvo lugar en la localidad de Gutiérrez, partido de Berazategui, sobre la calle 422, entre Camino Real Norte y 455.
A poco de cumplirse dos meses del homicidio, Carrizo ya declaró en dos oportunidades y contó las causales del ataque, y en sus indagatorias indicó que sus hermanas estaban siendo víctimas de Larramendia y de ese modo se repetía el infierno que ella vivió; al enterarse de eso le dijo a su madre: “Voy a darle un susto”, y fue a buscarlo.
En el expediente dos vecinos declararon bajo juramento y manifestaron que observaron a Carrizo arrojando combustible sobre la vivienda de Larramendia, incluso uno de los frentistas cruzó algunas palabras con la mujer al preguntarle qué estaba haciendo, y ella dijo “estoy haciendo esto porque él es un violín”, según se lee en la causa.
Ahora Lautaro Slpizer, abogado de Carrizo, solicitó ante el Juzgado de Garantías Nº 7 de Berazategui, a cargo de Gustavo Mora, que le otorgue el beneficio de la prisión domiciliaria a su clienta.
Carrizo pasa sus días en la Unidad Penal Nº 45 de La Plata, los planteos para conseguir un beneficio procesal se basan en que tiene una beba de pocos meses de edad a quien cuidar y también se argumentó que el hecho podría haberse desencadenado por un acto de emoción violenta o bien mediante la legitima defensa, ya que según cuenta la ahora detenida hubo una confrontación previa al crimen.
La mujer relató que cuando blandió su arma reglamentaria frente a su abusador éste le dijo: “Te voy a meter la pistola en la concha”, y fueron esas las últimas palabras que escuchó de su abusador antes de dispararle tres veces y darle muerte. Con estos elementos la Justicia podría expedirse en pocos días y de este modo resolver al respecto.