Comenzó ayer el juicio a cargo del Tribunal Oral 2 de Quilmes contra los exuniformados de la comisaría de La Cañada acusados de haber abusado de un menor aprehendido en la sede policial. Los imputados son Victor Valles y Cristian Insaurralde; ayer la fiscalía pidio que se los condene a penas de 10 y 15 años de prisión y el particular damificado a 18 y 20 años de prisión respetivamente. Las defensas alegaron por absoluciones. En las próximas horas se conocerá el pronunciamiento de los jueces.
Los jueces Pablo Pereyra, Félix Roumieu y Rodrigo Bagini escucharon las posturas de la fiscal Mariel Calviño, de la letrada del particular damnificado, Camila Gerini como de los defensores particulares, Luis Giordano y Guillermo Baque.
Uno de los relatos que se dió en la víspera fue el de la víctima, como el de su madre; la mujer solo refirió a las secuelas psicológicas de su hijo como de los problemas de adicciones a las drogas.
Según trascendió en la audiencia celebrada en la sala de la planta baja de la sede de Penales, el joven había sido detenido tras haber robado en una sociedad de fomento de la zona.
Los defensores aportaron un croquis de la sede sita en Jujuy y Mosconi que fue utilizada para recrear lo acontecido en la causa. La fiscal como el particular damnificado no dudaron en pedir condenas al tiempo que la contraparte alegó por las absoluciones al remarcar que “los polícias son inocentes”.
Los hechos
Tal consta en la causa la víctima fue asistida en el Hospital Isidoro Iriarte, donde médicos legistas constataron que padecía lesiones, que se corresponden con un abuso sexual, aunque aún queda por demostrar si los encartados son o no responsables de los hechos. Para la fiscal quedó acreditada la responsabilidad de Valles e Insaurralde como para la doctora Gerini mientras que para los defensores no hubo elementos que permitan arribar a una condena.
El doctor Sapia
El médico legista con casi medio siglo de experiencia en la profesión; Arturo Sapia; declaró ayer como perito de parte de la defensa de Valles e Insaurralde: “escucha voces que le indican lesionarse. Es peligroso para si y para terceros”, apuntó el doctor refiriéndose a la víctima de los hechos, de quien afirmó que se acreditó el abuso sexual pero que dichas lesiones no eran compatibles con la fecha en que estuvo aprehendido el menor.
Más adelante agrego que “presentó en las entrevistas desorientación en tiempo y espacio. No sé ubica ni siquiera por los hechos en cuestión; lo único que refería era el querer matar a un policía como también recordaba el suicidio de una hermana, como hecho que lo marcó emocionalmente”.
“Vive como en una nube confusa permanente”, finalizó el facultativo.