Después de recorrer a pie y escoltado por un grupo de vecinos las tres cuadras que separan la municipalidad de Dolores con el juzgado a cargo de Bava, Macri ingresó al despacho del magistrado. Permaneció allí durante cincuenta minutos, gran parte de los cuales fue utilizada para la lectura de la imputación que recae sobre él: se le atribuyen seis hechos de espionaje ilegal a familiares del ARA San Juan.
Al finalizar la lectura de las acusaciones, durante unos pocos minutos Macri hizo uso de la palabra y le dijo al juez Bava que él sabía “que debía ser suspendida la indagatoria” por encontrarse en trámite una recusación. Dijo: “Como no suspendió esta audiencia ya que me tiene que procesar antes del 14 de noviembre, no lo voy a retrasar en la tarea que ya tiene armada”. Acto seguido, su abogado Pablo Lanusse presentó un escrito donde volvió a remarcar su inocencia.
Señaló en su descargo: “Soy absolutamente inocente y repudio la parodia que se monta en esta descabellada imputación”, y por otro lado Macri acusó al juez de “forzar mi llamado a indagatoria en pleno proceso electoral con fines repudiablemente políticos”.
Cuestionó a Bava: “Ha quedado demostrada su carencia de independencia del poder político de turno, como quedó en evidencia luego de la bochornosa audiencia del pasado 28 de octubre del corriente año, que Usted tuvo que aceptar -resignado- que debía suspender por un error exclusivo y excluyente del Juzgado a su cargo.”
El “Necesito reiterar -como ya lo hemos mencionado en autos- que Usted Sr. Juez es manifiestamente incompetente para investigar estos supuestos hechos. Y respecto de mi persona, Usted es claramente parcial”. Además, continúa el descargo de Macri, “ha quedado demostrada su carencia de independencia del poder político de turno, como quedó en evidencia luego de la bochornosa audiencia del pasado 28 de octubre del corriente año, que Usted tuvo que aceptar -resignado- que debía suspender por un error exclusivo y excluyente del Juzgado a su cargo”.
Fuente: Clarin