Familiares y amigos del adolescente de Florencio Varela asesinado por policías, Lucas González, protagonizaron ayer una marcha en reclamo de Justicia. Por la mañana, los policías declararon en la Justicia.
En la marcha frente a los Tribunales, el papá de Lucas se dirigió a la multitud y agradeció al fiscal interviniente “porque lo llamo a las 6 de la mañana y me atiende”, así como a sus abogados. “No olvidemos por qué estamos acá: porque Lucas no está acá presente”, dijo.
“Yo creo que fueron por todo”, dijo refiriéndose a los policías que les dispararon a los tres amigos. “No son delincuentes, son jugadores de fútbol; se lo dijimos desde el principio y no nos creyeron”, añadió.”nosotros criamos a nuestros hijos de manera sana”.
Agradeció a “los medios porque nos acompañaron y nos creyeron desde el principio, y dijeron que eran niños detenidos injustamente”.
Dos de los tres policías de la ciudad acusados del crimen del adolescente Lucas González admitieron este lunes ante la Justicia haber disparado sus armas contra el auto en el que la víctima iba con tres amigos por el barrio porteño de Barracas, durante las declaraciones indagatorias en las que se quebraron y lloraron en varias oportunidades.
Fuentes judiciales informaron a Télam que los acusados dijeron haberse bajado del auto Nissan Tiida de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4 al grito de “policía” y con los chalecos identificatorios puestos, y que también hicieron sonar la sirena, aunque no encendieron las luces azules del llamado “chichón” que se poner sobre el techo del rodado porque no funcionaban.
En el despacho del magistrado estaba de manera presencial el imputado, el abogado defensor de los tres, Alfredo Oliván, y el juez Del Viso, mientras que los fiscales Leonel Gómez Barbella y Andres Heim, de la Procuvin, lo hicieron de manera virtual a través de la plataforma Zoom.
Los tres policías fueron indagados acusados de los delitos de “homicidio doblemente agravado por haber sido cometido por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones y con alevosía de Lucas González, la tentativa de ese mismo delito contra los otros tres adolescentes, más privación ilegal de la libertad y falsedad ideológica”.
Según las fuentes judiciales, ninguno de ellos aceptó responder preguntas pero realizaron un extenso y pormenorizado relato de cómo ocurrieron los hechos, y tanto Isassi como Nievas se quebraron en reiteradas oportunidades mientras explicaban las circunstancias del episodio en el que murió Lucas.
En el relato, los policías contaron que trabajaban en la villa 21-24 en el marco de una investigación ordenada por la fiscalía 20 de la ciudad vinculada a la venta de drogas y que tenían “como objetivo” un domicilio al cual venían controlando porque se sospechaba que era un búnker de drogas.