Familiares, amigos y vecinos llegaron a la convocatoria que realizaron los padres de Fernando, Graciela y Silvino, poco antes de las hora pautada para el comienzo del triste homenaje. Llevaban carteles donde pedían Justicia y reclamaban una condena a perpetua para los ocho imputados que se encuentran detenidos a la espera del juicio en su contra.
La puerta del boliche Le Brique, ubicado en la avenida 3 y Paseo 102, y que permanece cerrado desde el crimen de Fernando fue testigo esta vez del acto que comenzó con la lectura de una carta.
“Basta de violencia y que se escuche en cada rincón del mundo”, comenzó a leerse en la misiva. Y finalizó con este párrafo cerrado de aplausos:”Queremos que nuestro mensaje llegue a cada familia desde lo moral, lo espiritual, lo humanitario y lo solidario. Y, finalmente, así como en la primera marcha, queremos que este pedido de Justicia por Fer se extienda y pueda alcanzar al pedido masivo de Justicia de cada víctima de la violencia que parece no tener fin”.
Luego, distintos representantes de distintas religiones leyeron mensajes sentidos para pedir Justicia por el crimen y reclamaron que se frene de una vez la violencia.
Graciela y Silvino habían estado en la puerta de Le Brique más temprano este martes lluvioso y triste. Habían llegado cerca de las 13.30 y, en medio de un clima de emoción y angustia, hablaron ante la prensa. “Desde el primer momento que llegamos acá, el lunes a la mañana, fue difícil. Es como venir a buscar a Fernando, como cuando vinimos la otra vez. Pedimos a los jueces que sea una justicia ejemplar y que paguen los culpables. No la estamos pasando bien, hace dos años que estamos así, sacando fuerzas de todos lados”, afirmó Silvino.
“Queremos estar fortalecidos para que cuando llegue el juicio estemos de pie. No es nada fácil, cada día que pasa lo extrañamos más a Fernando. En este momento que se cumple un año más de su asesinato y con la fuerza de nuestros amigos que nos cuidan tratamos de seguir adelante. Queremos llegar a una justicia justa”, agregó.
En tanto, su madre reflejó la angustia que atraviesa cada día desde aquel 18 de enero de 2019, cuando mataron a su hijo de una manera tan brutal. “No hay día que no deje de llorar a mi hijo, lo mataron de una manera cruel. Estar en este lugar donde estuvo con vida por última vez es muy fuerte para mí. Traté de ser fuerte y llegar acá para poder seguir pidiendo justicia. Es lo que más deseo para que pueda descansar en paz. Cuando llegué acá vi esa imagen de cuando lo patearon sin piedad, no le tuvieron compasión. Hasta el último momento lo llamaron negro de mierda. Cuesta mucho entender que un chico de la misma edad de él haya llegado a hacerle eso”, detalló Graciela.
Durante la marcha de ayer, la familia y amigos de Fernando Báez Sosa volverán a reclamar justicia y pedirán la condena más dura para los ocho rugbiers acusados del homicidio y que esperan por el juicio oral. Máximo Thomsen (22), Ciro Pertossi (21), Luciano Pertossi (20), Lucas Pertossi (22), Enzo Comelli (21), Matías Benicelli (22), Blas Cinalli (20) y Ayrton Viollaz (22) están detenidos desde el mismo 18 de enero de 2019 después de haber matado a golpes a Fernando.
La golpiza ocurrió en las afueras del boliche Le Brique en horas de la madrugada. Unos minutos antes, Báez Sosa había tenido un encontronazo con uno de los rugbiers, a raíz de en empujón involuntario de uno de sus amigos a los agresores.
El ataque de los deportistas de la ciudad de Zárate quedó registrado por los teléfonos celulares de testigos, mientras que las cámaras de seguridad de casas y locales comerciales de la zona mostraron cómo el grupo de rugbiers se escapó del lugar intentando deslindarse de la situación.
En octubre último, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores, integrado por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, dispuso que el juicio oral contra los rugbiers se iniciará el 2 de enero de 2023, con la declaración de más de 130 testigos a lo largo de 22 jornadas.
Los ocho imputados por el crimen afrontan cargos por homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, delito que prevé la prisión perpetua. Además, en el juicio se debatirán las responsabilidades penales de todos los acusados por las lesiones sufridas por cinco amigos de la víctima que se encontraban con él cuando fue asesinado.
Fotos: Diego Medina