Un femicidio se encamina a quedar impune. La familia de María Dolores Juncos, la mujer asesinada a puñaladas por su pareja Ramón Hermes Acuña en Isidro Casanova, recibió por estas horas la lamentable confirmación de un estudio que resulta inapelable: el hombre que mató a la joven no será juzgado por el aberrante crimen.
Es que una pericia realizada por profesionales de la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia bonaerense determinó que el sujeto es inimputable y recomendó su internación en un establecimiento psiquiátrico por ser peligroso para sí mismo y para terceras personas.
Acuña, que actualmente tiene 80 años, se encuentra actualmente internado en un pabellón psiquiátrico de un penal provincial. Su defensa oficial presentó un pedido para la realización del estudio, que arrojó como resultado que el femicida “presenta alteraciones morbosas de sus facultades mentales con ideación de perjuicio de terceros y rasgos paranoides, que son pasibles de desencadenarse toda vez que se pongan en riesgo sus intereses”.
Asimismo, los peritos descartaron que el asesino haya obrado “con voluntad ni libertad de conciencia, dado que su accionar estuvo condicionado por síndrome delirante celotípico montado en personalidad premorbida de tipo narcista”. Por ese motivo recomendaron su internación en alguna institución neuropsiquiátrica como medida de seguridad para que realice tratamiento “hasta que ceda la actividad delirante autoagresiva”.
Acuña está procesado y con prisión preventiva por el delito de homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género, que tramita en el Tribunal en lo Criminal Nº 1 de La Matanza. Ahora, el próximo paso que debe determinar la justicia es fijar audiencia para resolver los pasos a seguir, que según la pericia no es otro que absolver al acusado y dictar la medida de seguridad que derive en la internación. Como sea, no quedará en libertad.
El femicidio de María Dolores Juncos ocurrió el 16 de septiembre de 2020 en el domicilio de la calle Fournier 1051, entre Elías Bedoya y Tomás Edison, de Casanova, y se descubrió cuando una empleada de limpieza que trabajaba en el inmueble escuchó gritos y con la hija del hombre encontraron a la víctima fallecida en la cama. Además, el hombre también estaba tendido al costado suyo con heridas de arma blanca en la garganta: se había querido suicidar.
Consultadas por Primer Plano Online, Karina y Virginia, las hermanas de la víctima, se manifestaron indignadas por la decisión. “Nos tomó de sorpresa, no pensábamos que después de un año y cinco meses del femicidio de nuestra hermana la justicia, o mejor dicho la mala justicia, deje impune a este hombre. Sentimos que la están volviendo a matar”, afirmaron.
Asimismo, aclararon que esperan que Acuña no pueda no andar por la calle y permanezca en algún sistema de encierro. “Lo único que buscamos es que nuestra hermana pueda descansar en paz, ya que le juramos que íbamos a hacer justicia. Además, tenemos pánico de que este hombre pueda venir a buscarnos si es que sale, porque sabe dónde vive toda nuestra familia”, concluyeron.
Fuente: Primer Plano Online