Familiares de Franco Moreyra, el ladrón que fue abatido por el jubilado Jorge Ríos luego que le robaran en su casa de Barrio Parque Calchaquí en 2020, fueron condenadas a 8 meses de prisión de ejecución condicional en un juicio abreviado por el delito de “amenazas”. Los hechos se habían dado en ocasión en que hermanas del fallecido habían ido a increpar al herrero en su casa y el suceso fue registrado por las cámaras de TV. El fallo lo determinó el Juzgado Correccional N° 3 a cargo de la doctora Julia Rutigliano.
Bajo el patrocinio de los doctores Fernando Soto y Alejandro Marino Cid, en representación del jubilado Ríos, se conoció en las últimas horas la resolución de la Justicia que sentenció a Nazarena Belén Andrada y Micaela Orellana a la pena de 8 meses de prisión de ejecución condicional por el delito de “amenazas simples”, incidente acaecido en julio de 2020 en la zona oeste de Quilmes.
“Salgan ahora, ya van a ver, las van a pagar” fueron las reproducciones expresadas en los fundamentos del veredicto condenatorio y que además quedó registrado en los medios de comunicación que se encontraban ese día transmitiendo en vivo desde la casa del jubilado. La jueza Rutigliano valoró los relatos de policías que se encontraban en inmediaciones de la vivienda sita en Barrio Parque Calchaquí como de periodistas que se desempeñaban en sus tareas profesionales.
El robo y el homicidio
Los hechos investigados ocurrieron entre las 4 y las 4.50 de la madrugada del 17 de julio del 2020, cuando cinco ladrones ingresaron por tercera vez en la misma noche a robar a la vivienda de Ríos, ubicada en Quilmes Oeste.
El herrero jubilado fue sorprendido en su vivienda mientras dormía, y fue golpeado e intimidado con un destornillador por los asaltantes, quienes le causaron heridas en el dorso de la mano derecha, en su antebrazo derecho, y en la cabeza, al mismo tiempo que “intentaron desapoderarlo ilegítimamente de cosas de valor existentes en la propiedad”, según acreditó el juez de Garantías 2 de Quilmes Martín Nolfi.
Sin embargo, los ladrones no pudieron lograr su objetivo porque Ríos extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y les efectuó varios disparos con los que los hizo huir.
En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve que uno de los asaltantes, luego identificado como Moreyra, quedó rezagado del resto de la banda porque estaba herido y trató de huir rengueando hasta que cayó a la vuelta de la esquina.
En los mismos videos se ve que Ríos salió armado de su casa y alcanzó a Moreyra, lo pateó y, según declaraciones de testigos, le disparó. Si bien en la filmación no se observa a simple vista ningún fogonazo por la mala calidad de la imagen, la hipótesis principal de la fiscalía es que, en ese sitio, a 60 metros de su casa, el jubilado remató al delincuente.
Sin embargo, la defensa se ampara en un peritaje balístico del Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora, el cual determinó que Ríos disparó “a una distancia superior a los 50 centímetros”. En tanto, el personal policial que arribó al lugar minutos después de consumado el hecho tras un llamado al 911, encontró en la escena del crimen tres vainas servidas correspondientes a un arma calibre 9 milímetros.
A su vez, la autopsia al cuerpo de “Piolo” Moreyra indicó que el delincuente recibió dos balazos, uno en el tórax y otro en la región abdominal que le causó la muerte, por lo que la defensa de Ríos sugirió que pudieron haber sido “plantadas” por los policías que trabajaron en la escena.