El Tribunal en lo Criminal N° 5 de calle Alem 430 en Quilmes, comenzó a juzgar Jesús Nicolás Bravo (36) imputado por “homicidio doblemente agravado y abuso sexual del que fueron víctimas Mateo Cristaldo (84) y su esposa Julia Velázquez (80)”, cuando tres delincuentes -entre ellos Bravo- ingresaron el 9 de octubre de 2013, en el domicilio de la calle 132 entre 10 y 9 de Berazategui atacaron a los octogenarios y les sustrajeron algunos elementos de valor.
En la primer audiencia del debate, los magistrados del TOC 5 , doctores Juan Mata, Gustavo Farina y Alejandro Portunato (subrogante del TOC 3) escucharon a los testigos presentados por la fiscalía y a la de la defensa del encartado.
La fiscal Mariel Calviño interrogó a tres testigos -entre ellos la hija de crianza de las víctimas y su esposo- (yerno), ambos aseguraron que los ancianos habían sido brutalmente golpeados y que les costaba comunicarse a través de su voz.
En el caso de Mateo Cristaldo de 84 años su sobrina dijo que, “tenía golpes en el rostro, sus ojos no los podía abrir de los golpes que había recibido”. Aclaró que no hablaba, que balbuceaba, que se hacía entender y respondía a las preguntas apretándoles la mano.
Sobre quienes los habían atacado, la mujer que hasta los 18 años vivió en la casa de los jubilados relato que, Mateo le indicó que eran 3 y que conocía a uno. “Le pregunté si lo conocía y me indicó con un apretón que si; y me hizo la seña de 3 dedos” al tiempo que remarcó “le pregunté cuántos eran y me mostró 3 dedos”.
Por último, la sobrina e hija de crianza de Cristaldo remarcó que su familiar nunca salió de terapia intensiva ya que falleció por las heridas que sufrió. La testigo al hablar de su mamá de crianza manifestó que Julia Velázquez de 80 años, le dijo “me preguntó por mí papá y al hablar me dice: ‘ Mateo tiene la culpa, él les abrió'”. Sobre los autores del ataque recordó: “ella estaba en la cama me dijo que era morocho cejudo” y que “este sujeto le hizo lo que nunca le había hecho su marido… Me hizo cosas muy feas que, ni mí marido me ha hecho…, la dio vuelta en la cama; la abuso y golpeó”.
En otro tramo de su relato , la testigo expresó que Julia “escuchaba los gritos de Mateo, como que lo golpeaban. Ella estaba en la cama en su habitación y él en el pasillo”.
Los dos testigos -yerno e hija del corazón de las víctimas- remarcaron que el matrimonio “no tenía dinero”, que “cobraban ambos jubilaciones mínimas” y que “pensaban mudarse a fines de octubre ya que la casa la iban a vender”. Aclararon que en la vivienda de calle 132 entre 10 y 9 de Berazategui “no habían recibido dinero de la venta de la casa cuando pasó esto”.
Recordemos que aquel 9 de octubre de 2013, la vivienda de Julia y Mateo fue encontrada por sus familiares toda revuelta “las cajas embaladas que habíamos acomodado ya que ellos pensaban irse a fin de mes de octubre a vivir a Corrientes, estaban tiradas. Todas rotas y muchas cosas en el suelo”.
Otro de los testimonios claves de la primer jornada fue el de la vecina que le realizaba las compras a los ancianos. La mujer aseveró que fue a la vivienda y encontró a “Mateo tirado en el suelo ensangrentado y golepado” y a Julia “la encontré en la habitación, en la cama desnuda , golpeada y ensangrentada”. “No podían hablar de los golpes que tenían en el rostro, me pedían auxilio balbuceando” sentenció la mujer que vio la escena de violencia contra sus vecinos octogenarios.
Por parte de la defensa del imputado,el defensor oficial Matías Iturburu, presentó la declaración de dos testigos cercanos al imputado, que hablaron sobre éste. Se espera que el debate continúe mañana con las exposiciones de peritos e investigadores que intervinieron en la causa.
El caso
Jesús Nicolás Bravo fue detenido en febrero de 2018 luego de permanecer prófugo para entorpecer el accionar de la Justicia tras el ataque del 9 de octubre de 2013, ocurrido en el domicilio de calle 132 entre 10 y 9 de Berazategui, del cual resultaran víctimas Mateo Cristaldo (84) y su esposa Julia Velázquez (80).
Tras el ataque Cristaldo fue internado en terapia intensiva donde falleció por la heridas 21 días después. En tanto, Julia Velázquez falleció el 3 de enero de 2014, también por las heridas causadas en el ataque, entre las que se encontraban fracturas en su pierna y cadera.
Años atrás los cómplices de Bravo fueron juzgados por el Tribunal Oral N° 2 de Quilmes.