Ya hay trece municipios bonaerenses que, por una iniciativa de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), trabajan con los archivos de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (Dippba), buceando en los documentos para reconstruir la forma en que la última dictadura cívico-militar espió y vigiló a personas e instituciones locales.
La Dippba, un organismo creado durante la llamada Revolución Libertadora, se convirtió en una pieza clave del aparato terrorista estatal en los años 70. La ingente documentación que produjo está ahora en poder de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que acometió, mediante el programa Memorias y Archivos Locales, la tarea de compartir esa información con los municipios interesados en reconstruir cómo actuó la siniestra dependencia en sus territorios.
No es una tarea menor. El fondo documental de la Dippba contiene 3.800.000 folios, 750 videocassettes, 160 cassettes con grabaciones en audio y 217.000 fichas sobre personas que fueron vigiladas, además de otras referidas a partidos políticos, entidades religiosas y agrupaciones estudiantiles. Y más.
A partir de estos registros de inteligencia, y con la guía de la CPM, en algunos distritos se montaron muestras que reflejaban la vigilancia sobre individuos e instituciones; en otros se recogieron testimonios orales sobre aquella época, o se articuló con organizaciones locales de derechos humanos. Este año, en conmemoración del 46º aniversario del golpe de Estado de 1976, la CPM le entregó a cada municipio las fichas de sus desaparecidos. El proyecto empezó a concretarse en 2020, en plena pandemia de Covid-19, con la incorporación de los primeros distritos. Son trece los que ya se involucraron en este programa: Florencio Varela, Tigre, Lincoln, Exaltación de la Cruz, Punta Indio, Escobar, Adolfo Gonzales Chaves, Pilar, Quilmes, Mercedes, Ituzaingó, Moreno y General Rodríguez.