El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N° 1 de La Plata dictó hace algunos días, una nueva sentencia en una causa emblema de la crueldad ejercida en cárceles de todo el país, que investiga los episodios de tortura sufridos en 2007 por dos detenidos en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza. Se trata de un expediente que tuvo un extenso derrotero que obstaculizó que se haga justicia.
En rigor, se trata de un fallo que comienza a revertir la impunidad que rodeó al caso. Entre cargos jerárquicos y personal de la unidad hay cinco imputados que en el primer juicio recibieron penas menores a las que estipula el código penal o directamente fueron absueltos y que ahora deberán enfrentar castigos de prisión de entre 8 y 9 años, después de un largo camino judicial.
La nueva sentencia, determinó que Lucas y Claudio, dos reclusos jóvenes del pabellón B de la Unidad Residencial II del Complejo Penitenciario 1 de Ezeiza, en 2007 fueron esposados, golpeados, y violentados sexualmente en una supuesta requisa para dar con armas caseras.
En ese entonces, durante la instrucción de la causa, el Ministerio Público Fiscal consideró que no había pruebas suficientes para acreditar las torturas y malos tratos, además de haber sugerido que los testimonios de las víctimas no eran lo suficientemente coherentes. En ese contexto, la causa que investiga los episodios de torturas pasó a archivo.
Años después, por intervención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la investigación fue reimpulsada. En julio de 2018 el TOF Nº1 condenó a 6 años de prisión el jefe de la Unidad Residencial II del Complejo de Ezeiza, Rubén Oscar Constantín; y a 5 años los miembros del cuerpo de requisa, Sergio Hernán Giménez y Pablo Andrés Jara, mientras que Jorge Enrique Puppo, encargado general del cuerpo de requisa, y su auxiliar, Víctor Darío Salto, fueron absueltos.
Esta sentencia fue apelada ante Casación que, en junio del año siguiente, confirmó las condenas, pero consideró insuficientes las penas, que habían sido fijadas por debajo del mínimo que establece la ley, así como también resolvió anular las dos absoluciones dictadas por el TOF 1 en el juicio original.
Así, Casación decidió condenar a Rubén Constantín y Jorge Puppo a la pena de 9 años de prisión, y a Sergio Giménez, Pablo Jara y Víctor Salto a 8 años como coautores penalmente responsables del delito de imposición de tortura.
Además de esta resolución, el máximo tribunal penal del país retornó la causa por torturas al TOF 1 de La Plata para que volviera a evaluar tanto las penas de los condenados como la responsabilidad de quienes habían sido injustificadamente absueltos en el primer juicio.
De allí que este 23 de marzo, recién tres años después de la intervención de Casación, se dio a conocer la sentencia reformulada: Constantín mantiene la pena a 9 años por ser coautor de imposición de torturas; Sergio Hernán Giménez, por el mismo delito, afrontará 8 años de prisión; Pablo Jara, igual pena que Giménez; y Jorge Enrique Puppo, el encargado del cuerpo de requisa de la unidad, mantiene el castigo de 9 años; así como Víctor Darío Salto con 8 años.
Tortura en cárceles: cómo fue el episodio
Aquél fatídico 9 de diciembre de 2007 en el pabellón B de la Unidad Residencial II para jóvenes del del Complejo Penitenciario 1 de Ezeiza, alrededor de las 22:20, personal del cuerpo de requisa junto con el Inspector del Servicio de la Unidad ingresaron por una presunta discusión entre detenidos.
Golpearon a varios, entre ellos a Lucas y Claudio, a quienes luego sacaron hacia la “leonera”, los maniataron boca abajo con sus manos esposadas a la espalda y volvieron a golpearlos con patadas. A los jóvenes les sacaron el calzado y les golpearon con bastones las plantas de los pies, los tobillos y pantorrillas, en intentaron introdúcelos en el ano.
Finalmente, el personal penitenciario traslado a los detenidos a la enfermería donde médicos constatarían la cantidad y gravedad de las lesiones, pero nunca realizaría la denuncia correspondiente, algo que derivaría en una causa penal secundaria aún pendiente de resolución.