Una fiscal solicitó el juicio oral por homicidio doblemente agravado para la madre de Milo Alexander Derto Guerrero, el niño de 2 años fallecido en enero pasado en su casa del barrio porteño de Parque Patricios, en el marco de una causa donde se cree que la mujer sofocó a su hijo en la cama como represalia a que su expareja y padre del nene había dado por terminada la relación entre ambos, informaron fuentes judiciales.
El requerimiento de elevación a juicio fue presentado por la titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 30, Marcela Sánchez, ante la jueza a cargo de la causa, María Alejandra Provítola.
La fiscal Sánchez pidió que la acusada, Paula Yasmina Guerrero (29), sea juzgada como autora del delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía”, que prevé como única pena la prisión perpetua.
La representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) dio por probado que el hecho ocurrió entre la noche del 14 de enero pasado y las 13.15 del día siguiente, en el interior del departamento 4° “B” de Av. Caseros 2414, en el barrio de Parque Patricios.
“Se encuentra probado que Guerrero ejerció sobre Milo Alexander Derto Guerrero un mecanismo de asfixia por compresión toracoabdominal, mientras éste dormía boca abajo, lo que derivó en un cuadro de hipoxia (falta de oxígeno a nivel cerebral), que le causó la muerte por edema encefálico difuso con una congestión y hemorragia pulmonar”, afirmó la fiscal en su requerimiento, al que tuvo acceso Télam.
La hipótesis de la fiscal y la jueza de esta causa siempre fue que la mujer sofocó al niño con almohadas o contra el colchón mientras dormía en el marco de una “revancha” contra el papá de la víctima, quien la había denunciado horas antes ante la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) por temor a la integridad física de su hijo.
Al mencionar el supuesto móvil del crimen, Sánchez afirmó que “habría estado motivado en los conflictos preexistentes que la nombrada tenía con su expareja y padre de la víctima, Felipe Nicolás Derto Dalcolmo, con quien había mantenido una relación desde marzo 2019 y hasta el 1 de enero de 2022”.
“Desde el momento de la separación, la sospechosa anunció, por distintas vías, que si Derto Dalcolmo no accedía a retomar la relación, mataría al niño y se quitaría la vida”, destacó la fiscal.
Los mensajes de audio y video que la imputada envió horas antes del hecho a su expareja y a otras personas de su entorno son una de las pruebas claves que la fiscal Sánchez reprodujo para fundamentar la acusación.
“Antes de dárselo a él, me lo llevo conmigo, y les pido por favor gente, que me cremen y que me tiren en la cancha de Huracán, porque yo soy de Parque Patricios”, dijo en un video.
“Reza por nosotros, ojalá alguien nos cuide de verdad. No como vos que abandonaste y golpeaste y te victimizás. Olvidate de Milo para siempre”, escribió en un mensaje de texto dirigido a su ex.
También se menciona el testimonio de una vecina del edificio de la imputada, que declaró que la madrugada del día del hecho, escuchó como Guerrero hablaba por teléfono junto a una ventana y decía: “A vos te parece lo que me hizo, que me va a sacar la tenencia de Milo, me va a sacar la tenencia. Me acusan de que voy a matar al nene. Me voy a matar yo y vamos a estar los dos en el mismo cajón”.
“Guerrero no aceptaba la separación, y de modo persistente intentaba infructuosamente comunicarse con su expareja y frente a la falta de respuestas, exteriorizó la intención de terminar con su vida y la de su hijo Milo”, afirmó la fiscal.
Y concluyó: “La denuncia formulada por Derto Dalcolmo ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación el día 14 de enero, la circunstancia que Guerrero al día siguiente debía llevar a Milo con su padre y el hecho que los familiares del nombrado no accedieron a hablar con ella durante la noche del 14 y la madrugada del 15 de enero, parecen haber sido los tres factores determinantes que precipitaron la situación y llevaron a la encartada a concretar la amenaza que venía anunciando”.
La fiscal transcribió algunos párrafos del perfil psicológico de la imputada realizado por el Cuerpo Médico Forense, donde se afirma que en Guerrero prevalece “un trastorno de personalidad caracterizado por baja tolerancia a la frustración cuando las demandas no son satisfechas según su voluntad e intereses”, que tiene una “emocionalidad superficial”, “falta de reflexión” y además “cosificación del otro como herramienta de solución de sus conflictos afectivos y de relación, avasallamiento, impulsividad y disociación emocional”.
Guerrero negó los cargos todas las veces que prestó declaración indagatoria y aseguró que esa noche había tomado “vino de cartón” y “una pastilla de Clonazepam”, y que ello le produjo un sueño profundo podría haber influido para no percatarse que con su cuerpo podría haber sofocado a su hijo en la cama, pero los informes toxicológicos descartaron presencia del alcohol y fármacos en su organismo.
En su última declaración, del 11 de abril, Guerrero le dijo a la jueza Provítola: “Usted compró de entrada la historia de la familia de Derto, los videos, los audios, pero yo no maté a mi hijo, yo no le hice daño a mi hijo, eso quiero que entienda. No sé si tengo que cumplir al respecto, por el accidente, por una desgracia, pero no fue mi intención, no fue a propósito”. Ahora será la jueza Provítola quien analice el pedido de la fiscal y decida elevar la causa a juicio para que se sortee el tribunal oral que llevará cabo el debate en el que se juzgará a la presunta filicida.