El ex cantante de la banda Viejas Locas e Intoxicados, Christian “Pity” Álvarez, afrontará el próximo lunes una instancia judicial decisiva para su futuro, ante la posibilidad de ser sometido a juicio oral y público por homicidio.
Vale recordar que el artista está acusado por el crimen de Cristian Díaz, un vecino del barrio porteño de Villa Lugano al que mató de cuatro disparos en el marco de una supuesta disputa por drogas en julio de 2018.
El músico fue procesado por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” pero cuando estaba próximo el juicio oral una junta médica determinó que no estaba en condiciones de afrontarlo. Entonces fue sometido a la tutela de un juez civil y a un tratamiento psiquiátrico para recomponer su estado.
Semanas atrás, Álvarez fue visto ofreciendo un improvisado concierto callejero, lo que llevó al Tribunal Oral número 29 a revisar su situación. En ese marco, el próximo lunes, a las 10.30, el Tribunal –integrado por los jueces Hugo Navarro, Juan María Ramos Padilla y Gustavo Goerner- celebrará una audiencia presencial, a la que asistirán el cantante, facultativos del Cuerpo Médico Forense, peritos de parte y el fiscal Sandro Abraldes.
Los peritos oficiales concluyeron, tras a nueva revisión, que Álvarez está ahora en condiciones de afrontar el proceso, pero el Tribunal y la Fiscalía pretenden cerciorarse de tal circunstancia.
El Cuerpo Médico Forense dictaminó que el músico tiene su “autonomía condicionada” y que “no puede mantener estabilidad en la atención”, no obstante lo cual mantiene “capacidad para estar en juicio”. Además, padece “fallas estructurales de la memoria”, que le impiden recordar situaciones y fechas que en condiciones de normalidad debería tener muy presentes.
Los peritos de la defensa sostienen que Álvarez debe ser sometido a un “tratamiento integral”, lo que –en los hechos- parece no estar ocurriendo, pese a que el músico tiene una supervisión médica periódica. Álvarez estuvo preso hasta que se determinó que no podía afrontar el juicio oral, por lo que estuvo alojado en la unidad para pacientes psiquiátricos PRISMA, de la que también egresó.
Desde entonces, vive junto a su madre y una hermana y asegura que desde hace cuatro años no consume estupefacientes.
Tras la audiencia del lunes, el tribunal resolverá sobre un abanico de posibilidades, que van desde fijar fecha de inicio del juicio oral hasta resolver una nueva internación o incluso el regreso a la cárcel, acaso ese mismo día.