La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó ayer un duro análisis sobre el “proceso ultrainflacionario” que afecta al país e instó al Gobierno de Alberto Fernández a “usar la lapicera” para frenar el “festival de importaciones” que se llevan parte de los dólares al exterior del país, al l cerrar un acto de la CTA en Avellaneda, en el marco del Día de la Bandera.
Además, responsabilizó a la evasión fical, a la fuga de dólares al exterior y al “criminal” endeudamiento del Gobierno de Mauricio Macri ante el FMI por la inflación argentina. “Todos los procesos inflacionarios que tuvo la Argentina fueron precedidos de un proceso de endeudamiento previo”, indicó la titular del Senado, al compartir escenario junto al diputado del Frente de Todos y secretario general de la central obrera, Hugo Yasky, y el ministro de ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat y exintendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
“Esta inflación única en el mundo, por el déficit fiscal no es”, resaltó la expresidenta, que señaló también que tampoco es por la “oferta y la demanda”, ni por la “presión tributaria”, como sostienen diversos economistas. En este sentido, afirmó que la Argentina es “el tercer país evasor” de impuestos en el mundo, así como “el tercer país en formar activos en el exterior”.
También consideró que si bien no es la única causa, los “formadores de precios también influyen en la inflación” y cuestionó el trato que se le da desde el Gobierno a los empresarios.”Esto es tener funcionarios y funcionarios que funcionen, que se sienten a discutirles, no hay que agachar la cabeza, hay que discutir”, subrayó la vicepresidenta y consideró que esas cosas “son usar la lapicera”.
Cristina pidió “articular” el accionar de la “AFIP-Aduana, el Ministerio de la Producción y el Banco Central” para controlar las importaciones y denunció que “entre enero de 2021 y marzo de 2022 salieron del país 1.847 millones de dólares de importaciones autorizadas por jueces y fiscales a través de amparos”.
“Donde hay necesidad de dólares habrá un juez y un fiscal para darles dólares a los importadores; si la necesidad es del pueblo no hay derecho; si la necesidad es de los poderosos hay jueces y fiscales. No hay Poder Judicial, hay partido judicial”, enfatizó.
La vicepresidenta destacó la llegada de Daniel Scioli al Gabinete, en reemplazo de Matías Kulfas, y sostuvo que espera que “pueda reencauzar las cosas”, aunque aseguró: “tenemos que ponernos de acuerdo en cuál es el criterio”.
En este punto, indicó que “la unidad del Frente de Todos nunca estuvo o estará en cuestión” y agregó: “a mí no me intersa quedar bien con ningún funcionario, sino con los argentinos”.
Fondo para pagarle al FMI
La titular del Senado también criticó a la oposición por no querer avanzar con el Fondo para pagar la deuda al FMI con dólares de la fuga, que ya cuenta con media sanción de la Cámara alta. “El proyecto que crea el fondo para el fondo apunta a los que había fugado, pero en Diputados nadie la quiere aprobar”, dijo.
Sumó también a la lista el otro proyecto del Senador Oscar Parrilli que plantea levantar el secreto fiscal, bursátil y bancario para perseguir a los evasores de dólares. “Los que tienen la sartén por el mango están de fiesta. Este es un Estado estúpido. No hay articulación para desarmar la estafa y todos tienen miedo. No hay voluntad, ni actitud para cambiar las cosas”, lanzó ofuscada.
Planes sociales
En otro pasaje de su discurso, la expresidente afirmó que el Estado nacional “debe recuperar la auditoría y control de las políticas sociales que no pueden seguir tercerizadas”, aunque aclaró que los beneficiarios de los planes “laburan”.
En este sentido, señaló que se trata de “recuperar el rol y transparentarlo (el sistema) ante la opinión pública”. Además, cuestionó a los que sostienen que la política de planes sociales es sinónimo de peronismo: “A mí no me gusta que los quieran convencer que esto es peronismo. El peronismo es trabajo, el peronismo no es depender de un asistente que te pague un plan social”.
Sobre el cierre, recordó a los héroes y heroínas de la Patria y afirmó que “este país existe porque hubo hombres y mujeres que no pensaron en la relación de fuerzas cuando tomaron las decisiones que había que tomar”. “Y el peronismo también”, agregó.
“En un mundo tan complejo, creo que debemos apelar a nuestras mejores ideas. No olvidemos esto, de dónde venimos y por qué ganamos. Ganar las elecciones para no hacer nada, es mejor quedarse en la casa”, concluyó.
El acto del que participaron al menos 1800 delegados de la CTA se realizó bajo la consigna: “Estado, mercado y precios: producción, trabajo y política social en una Argentina bimonetaria”. Además, estuvieron presentes integrantes del sindicalismo de la Corriente Federal de Trabajadores (representados por Pablo Moyano y Sergio Palazzo), políticos y dirigentes sociales y empresarios del sector pyme. En la previa del discurso de Cristina, Ferraresi, afirmó que “una de las cosas que tenemos que hacer es construir la conciencia de clase” y dar “la famosa batalla cultural”. “Lo importante no es ganar las elecciones, sino mantener las convicciones”, decía Néstor” (Kirchner), dijo y enfatizó que “lo importante son las convicciones pero hay que ganar las elecciones con convicción”.
En tanto, Yasky sostuvo que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner es “la figura más importante de toda la política argentina de estos últimos años”. “Siento que estamos en un día muy importante para los trabajadores y trabajadoras. No es un hecho menor que estén los compañeros de la CGT acá”, señaló sobre el acto.
“Defender la unidad es tener la capacidad de escuchar a nuestra gente”, explicó y llamó a derrotar a la “resignación y el confort con las limitaciones”.