A 14 años del triple crimen de General Rodríguez, en el que a partir del negocio del tráfico de efedrina fueron asesinados Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, a la Justicia le quedan solo doce meses antes de que la causa prescriba sin un autor intelectual o nuevos implicados identificados, informaron fuentes judiciales.
Tal como establece la ley para los delitos que se castigan con prisión perpetua como este triple “homicidio agravado”, la acción penal queda prescripta tras 15 años para nuevos imputados.
Por ello, y a partir de que el empresario Ibar Esteban Pérez Corradi -principal apuntado en ese rol de ideólogo-, tiene falta de mérito desde abril de 2021 en este expediente y va camino a un posible sobreseimiento, el 7 de agosto de 2023, será la fecha tope en la que la jueza federal María Romilda Servini pueda sumar nuevos imputados.
En el caso de Pérez Corradi, que sigue siendo investigado, la prescripción no le corre ya que él fue indagado por el caso recién en 2016, tras ser extraditado desde Paraguay.
“En estos catorce años de una causa que no está cerrada, no sólo tenemos autor o autores intelectuales, sino que además nos falta gente que participó del hecho, quizás más autores materiales”, dijo a Télam, Diego Ferrón, el hermano de una de las víctimas.
Ferrón insistió en que, si bien “es cierto que hay cuatro condenados a perpetua, los hermanos Lanatta y Schilacci, como autores materiales”, su familia al menos hubiera querido “poder llegar a algo más”.
“Pasamos por un juicio oral de tres meses, la fuga de quince días en 2015 de los asesinos, la captura de Pérez Corradi en Paraguay, las causas asociadas, mafia de medicamentos, ruta de la efedrina, aportes a campañas. Hay una historia muy grande detrás de este hecho”, comentó Ferrón.
“SIDE, DEA, políticos, Policía Federal, bonaerense, empresarios, narcos mexicanos, muchos involucrados en el tráfico de efedrina y detrás de esto la muerte de ellos tres”, agregó.
Ferrón no es optimista con el futuro del expediente y en tal sentido, apuntó: “Cerraremos esta causa así. Ya estuvieron detenidos por tráfico de efedrina más de 20 personas y nadie habló. Nadie se quebró”.
Y fue categórico al resaltar que “desde el día uno, reina el miedo en la causa, con dos testigos suicidados como Ariel Vilan y Emiliano Marcos, el argentino detenido en la quinta de Ingeniero Maschwitz con los mexicanos, Marcelo Tarzia, que murió extrañamente en la cárcel”.
Mientras que su abogado querellante, Miguel Ángel Pierri; sin embargo, no opinó lo mismo sobre un posible cierre del caso: “En el juzgado de la doctora Servini se está trabajando muy bien, están en plena investigación y no creo que no haya novedades en el próximo año.”
El caso
El triple crimen ocurrió el 7 de agosto de 2008, cuando Forza (34), Ferrón (37) y Bina (35) desaparecieron tras haber ido a una reunión en el hipermercado Walmart de Sarandí, para participar de un encuentro presumiblemente vinculado con la venta ilegal de efedrina.
Se cree que, desde el supermercado, los tres hombres fueron llevados hasta la casa de Cristian Lanatta, ubicada en la localidad bonaerense de Quilmes, en base al análisis de la ubicación de los celulares de los imputados y las víctimas.
Los tres fueron asesinados de 16 balazos por la espalda y posiblemente arrodillados, por dos tiradores, uno de los cuales usó la propia pistola Taurus calibre 9 milímetros de Forza y el otro una marca Tanfoglio .40.
A Bina, como posible mensaje mafioso, también le amputaron una de sus orejas.
Los forenses creen que sus cuerpos fueron conservados en algún freezer hasta que los arrojaron en un zanjón del partido de General Rodríguez, donde fueron encontrados seis días después, el 13 de agosto, con signos de haber estado maniatados en algún momento con precintos.
En diciembre de 2012, los hermanos Martín y Cristian Lanatta y los hermanos Víctor y Marcelo Schillaci fueron condenados a prisión perpetua como partícipes necesarios de “privación ilegítima de la libertad y triple homicidio agravado con ensañamiento, y alevosía”.
Entre los últimos días de diciembre de 2015 y los primeros de enero de 2016, tres de esos condenados protagonizaron una fuga de película de la cárcel bonaerense de General Alvear y tras un sangriento raid fueron recapturados en Santa Fe.
En febrero de 2016, la causa del triple crimen pasó a la justicia federal y quedó a cargo de la jueza federal María Romilda Servini, quien ya investigaba una megacausa por tráfico de efedrina.
Por su parte, Pérez Corradi fue detenido en junio de 2016 en Foz de Iguazú y luego extraditado a la Argentina, pero en su indagatoria, negó cualquier vínculo con el triple asesinato.
En noviembre de 2018, Pérez Corradi terminó condenado a siete años de prisión por traficar 1.900 kilos de efedrina a narcos internacionales, pero en la causa del triple crimen Servini le dictó la falta de mérito en dos oportunidades: primero en diciembre de 2016 y luego en abril de 2021.
En junio de 2019, la jueza Servini realizó múltiples allanamientos que culminaron con nuevas detenciones y 12 procesados, algunos de los cuales tenían vínculos con las tres víctimas del triple crimen, por “abastecimiento de miles de kilos de efedrina al narcotráfico mexicano”.
Los procedimientos fueron el desenlace de la investigación de la pista de dos “narcobauleras” que habían sido descubiertas en agosto de 2018 en el barrio porteño de Belgrano, donde se encontraron 160 kilos de efedrina, seis de cocaína, 122 botellas de vino con cocaína diluida y valiosa documentación.