El consagrado tenor bernalense Marcelo Gómez realizó una presentación en la escuela de su niñez en Bernal junto a otros cantantes líricos del Teatro Colón, para dar a conocer su peculiar arte vocal y así motivar a los chicos a conocer las posibilidades y la belleza de la ópera.
Junto a su esposa Carolina y un colega, Marcelo Gómez hizo una presentación sorpresa para los chicos del Jardín de Infantes 927 y la Escuela Primaria N° 47 de Bernal, a quienes los directivos y docentes habían reunido en el patio techado. Frente a decenas de chicos boquiabiertos, los cantantes les mostraron distintas voces e interpretaron momentos de las óperas más conocidas.
En diálogo con el programa “Ir a Más” que se emite por Radio FAN (103.9 fm), Gómez relató que “los chicos no entendían nada, aparecimos nosotros y cantamos. Queríamos mostrarles que quienes nos dedicamos a la lírica somos gente común, como sus padres, para acercarles este mundo del espectáculo”.
No es la primera vez que lo hicieron, ya que habían hecho algo similar en la ciudad de Exaltación de la Cruz. Sin embargo, la presentación del último lunes tuvo un plus especial: “En ese precario escenario de la Escuela 47 es donde por primera vez yo canté públicamente, cuando tenía 8 años, e interpreté de Jairo ‘Indio Toba’, así que volver a subirme ahí y cantar, fue muy fuerte. Volver a ese salón, que antes me parecía enorme y ahora sé que es chiquito, fue muy emotivo”.
“Me encontré con una maestra que tuve en 6° grado, que no veía desde que yo estuve en ese grado, y que ella me reconoció y se me presentó. No podía creerlo, le di un abrazo y no quería soltarla. Fue muy emotivo”, agregó.
“La lírica tiene algo que no termino de entenderlo, que otros estilos musicales no tiene, porque la gente queda sorprendida, boquiabierta, cautivada. Lo hacemos muy didáctico y simple, porque lo importante es que los chicos vivan la experiencia, y vamos con lo más popular de cada cuerda, muy cortito para que queden motivados a seguir escuchando ópera”.
“Es como abrir un abanico delante de sus ojos, para que al menos sepan que existe. Porque a mí me pasó así: un día escuché a un coro que cantaba música de cámara, tenía 12 años, y le dije a mi mamá que quería hacer eso. Y una vez escuché un cassette de Pavarotti y me enamoré de la ópera, y hoy estoy en el Teatro Colón cantando ópera por ese día”, agregó.
“Queremos que la gente se entere de lo que hacemos; lo hacemos de manera gratuita para el colegio, pero nos movemos con sponsors para cubrir los gastos. Porque esta es una idea de Carolina y mía, de manera que no cobramos nada, pero traemos a otros colegas del Teatro Colón que tienen que tener una mínima retribución económica, aunque más no sea como viático”, explicó.