Nicolás Pachelo, principal imputado por el crimen de María Marta García Belsunce, confesó ayer en el juicio ser el autor de dos de los nueve robos que se le imputan en countries del conurbano y por los que también es juzgado, mientras la fiscalía formalizó ante un juzgado su pedido para que se lo investigue como posible autor del homicidio de su padre, en 1996.
“Yo fui el autor del hecho cometido en la casa de (Arturo Luis) Piano y (Osvaldo Horacio) Brucco. Fui solo, en el periodo de la tarde, antes de la noche. No tengo nada más que decir”, aseguró Pachelo (46) ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, en el inicio de la 23ra. audiencia.
Es que a partir de esta audiencia, el juicio se centrará en determinar si Pachelo fue uno de los autores de nueve robos a distintas viviendas de barrios privados de las localidades de Berazategui, Tigre y Pilar.
Los robos que admitió haber cometido Pachelo fueron cometidos el 29 de marzo de 2018, en la Semana Santa de ese año, en el country Tortuguitas de Pilar, donde también se lo acusa de otros tres hechos delictivos similares, dos de ellos hurtos, por lo que ya prescribieron.
Según la acusación fiscal, Pachelo ingresó a ese barrio cerrado junto al golfista Matías Osvaldo Marasco (43) –también imputado en la causa- a bordo de una camioneta Dodge RAM entre las 14.30 y las 20.53, cuando se los ve retirarse en el mismo vehículo también junto a Iván Martínez (33), empleado de Marasco y también imputado en la causa..
“Entré con Marasco. Me dejó en la iglesia y él se fue a jugar al golf. Caminé un poco por el club, vi una bicicleta que no tenía candado con la que di un par de vueltas. Después fui a lo de Brucco, luego a lo de Piano y se hizo de noche. Me encontré con Marasco cuando terminó de jugar y nos retiramos”, recreó Pachelo.
El acusado aseguró que para ingresar utilizó el nombre de “Nicolás Giménez Zapiola” y número de DNI falso, ya que, según su explicación, el apellido Pachelo “es complicado y tiene ciertos aspectos negativos” luego de estar vinculado al homicidio de García Belsunce.
Ante la consulta del fiscal Andrés Quintana por cuál era su finalidad de ingresar al barrio privado, Pachelo sostuvo que “no tenía pensado ir a robar”, sino ver si se presentara una oportunidad para poder hacerlo.
Tras ello, se le exhibió una barreta de hierro que presuntamente había utilizado para entrar a las casas, pero el imputado no la reconoció y dijo que el objeto que posee en una mano y que quedó registrado en una filmación “podría ser una linterna”.
En cuanto a las víctimas, Piano -dueño de una entidad bancaria- y Brucco -empresario gastronómico-, Pachelo aseguró que “no sabía” de quiénes eran las propiedades y señaló que todo lo sustraído lo guardó en un bolso negro de mediano tamaño.
Pachelo, que durante su declaración se mostró distendido, dijo que sustrajo dos cajas fuertes en ambas viviendas pero negó que en una de ellas (la de Brucco) hubiera una pistola Glock calibre 9 milímetros, tal como se denunció.
“La caja que me llevé no tenía una pistolas y municiones, ni joyas. Solo papeles que no leí, dólares y euros. Después la tiré en un volquete”, se defendió.
Además del ingreso a las viviendas de las dos víctimas, Pachelo reconoció que de la galería de una casa hurtó un reloj que había arriba de una mesa, pero su abogada Raquel Pérez Iglesias aclaró que es delito era un hurto y que ya está prescripto.
Tras ello, ocurrió un intercambio de palabras con el fiscal Quintana, quien le recordó la declaración indagatoria del imputado en la cual mencionó que ingresó al country Tortugas, donde aseguró que vivió varios años con su padre, para visitar a la última mujer de éste, Jacqueline Barbará, con quien Pachelo no tenía relación desde hacía casi 16 años.
“Ahora estoy diciendo la verdad, antes pude haber dicho cualquier cosa”, dijo antes de que se le exhiba su declaración, y agregó: “Dije eso para no decir que fui a robar, por eso la verdad es la que digo ahora. Por supuesto que mentí, todo lo que dije ahí carece de sentido porque quería ´zafar´ de esa situación. Después del tiempo que llevo detenido, qué sentido tiene que lo niegue. Toda mi declaración fue absurda”.
Con ironía, Quintana la respondió: “A qué Pachelo le creemos, al de ahora, al de la semana pasada o al del 2018”.
“Fui yo, se lo digo a los jueces mirándolos a los ojos”, insistió Pachelo frente a los magistrados Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin.
Antes de finalizar su declaración, Pachelo denunció que la fiscalía tiene una postura de “ataque permanente” hacía él, lo que provocó la respuesta del fiscal Patricio Ferrari, quien dijo que es su rol como acusadores, a lo que el imputado sentenció: “No sé si es así su tarea”.
Por último, Ecke le consultó a Pachelo cómo era su situación económica en el 2018, y si a raíz de ellos tenía la necesidad de ingresar a robar.
El exvecino de Carmel, sin dudas, contestó: “Eso me lo guardo para mí. Tengo una explicación, pero es mía”.
Más temprano, los fiscales Quintana, Ferrari y Federico González presentaron un pedido para que se reabra la causa por el presunto suicidio del padre de Nicolás Pachelo, ocurrido en 1996, y se investigue si fue asesinado por su propio hijo.
El pedido realizado durante la última audiencia del debate oral del pasado viernes fue presentado formalmente hoy ante el Juzgado de Garantías 5 de Tigre, a cargo de Diego Martínez.