Jesús tiene 42 años, es oriundo de Lomas de Zamora y cumple la última etapa de una condena penal en una cárcel de Lomas de Zamora, donde desde hace unas semanas transita un curso de instalación de aires acondicionados y otro de electricidad.
La experiencia de formación laboral se desarrolla en la Unidad 40 del Servicio Penitenciario Bonaerense donde medio centenar de privados de la libertad se sumaron a la propuesta de cursos que ofrece la extensión de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).
Jesús se encuentra en un régimen abierto, pero todos los lunes y viernes de 9 a 13 ingresa a la cárcel para compartir junto a otras 19 personas privadas de libertad el curso de instalación de aires acondicionados.
Además, los martes, de 8 a 13, Jesús participa del curso de electricidad con otros alumnos, siempre en el interior de la Unidad 40.
“Aprendemos teoría y práctica y estoy muy contento con los dos cursos. Me dan conocimientos que voy a poder aplicar cuando recupere la libertad el año que viene. Tengo esperanzas de que voy a poder ganarme la vida con estos oficios”, señaló Jesús.
“Ya le dije basta al delito – agregó Jesús-. Me espera mi esposa y mis cuatro hijos. Por eso tomo estos cursos. No los quiero defraudar. En la calle solo terminé la escuela Primaria y luego me dediqué a robar. Voy a cumplir mi tercera condena, y por suerte cambió mi cabeza: quiero hacer las cosas bien”.
Aunque le gusta leer y escribir y formó parte del pabellón literario durante cinco meses hasta acceder al régimen abierto, Jesús contó que “es la primera vez que me dedico a estudiar en serio”. Alberto Ambrozy es el profesor del curso de instalación de aire acondicionados. Todos los lunes y viernes ingresa a la cárcel y enseña con entusiasmo la teoría y la práctica de una manera amena.
“Les enseño que además de saber cómo trabajar tienen que tratar con amabilidad al cliente, cómo presentar un presupuesto. Se tienen que saber vender para tener éxito y agrandar la cartera de clientes”, explicó Alberto.
El profesor también aconseja a los alumnos sobre los riesgos y posibles accidentes laborales: “Si instalan un aire acondicionado a diez pisos de altura con vista a la vía pública y se les cae un tornillo, con la velocidad que toma se transforma en un arma letal si le pega a alguien”.
Los cursos de formación profesional se dictan por un acuerdo entre el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. La coordinación se lleva adelante entre la Subsecretaría de Políticas de Inclusión Penitenciarias y la Secretaría de Extensión de la Universidad mencionada que impacta en más 50 personas privadas de la libertad de las Unidades 40 y 58 de Lomas de Zamora.
“El objetivo es la formación en oficios con alta demanda laboral, pensando en la reincorporación de las personas detenidas al momento de recuperar su libertad tengan mayor grado de empleabilidad”, explicó Lucio Denappole, desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.
Los cuatros cursos dictados en el segundo cuatrimestre de este año son: Auxiliar en instalaciones eléctricas, Reparación y colocación de aires acondicionados, Representante de atención al cliente y Armador y montador de tabiques y cielorrasos de placas de roca de yeso.
Los dos primeros se desarrollan en la Unidad 40 y los otros en la Unidad 58. Todos los cursos están a cargo de docentes de la UNLZ y tienen una duración de entre 30 y 100 horas, con certificación oficial entregada por la Universidad.
El secretario de extensión de la UNLZ, Nazareno Carísimo, indicó que “estos cursos de modalidad teórico/ práctico apuntan a la adquisición de un oficio en sectores del mercado con amplia salida laboral, y propician la inserción en el sector asalariado o su desarrollo como emprendedor en las personas privadas de la libertad”.
Cabe destacar que desde el Municipio de Lomas de Zamora donaron sillas de aula, las que fueron restauradas por los internos y sirven para el dictado de los cursos.