La agrupación Arturo Jauretche, tomó en sus manos la tarea de reinaugurar el mural con una obra nueva, hecho que se llevó a cabo este jueves a la tarde. Ese día cada organización social y política de Quilmes pudo firmar el mural mostrando su apoyo al trabajo realizado.
Desde la agrupación sostuvieron: “Nosotros el odio lo transformamos en amor, por eso volvimos a hacer un mural (uno mucho más lindo)”.
Vale mencionar que sobre el antiguo mural se clavó una cabeza de cerdo, con una peluca de cabello largo, apuntalada contra el mural referido a la Noche de los Lápices, salpicado con pintura roja, y en el piso, maíz esparcido en círculo, parecía más un ritual satánico que una manifestación política de odio.