Una mujer fue condenada ayer a prisión prisión perpetua por el asesinato de su hija de casi dos años, a quien en noviembre de 2017 asfixió con una almohada en una vivienda de Florencio Varela, informaron fuentes judiciales. El fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de Quilmes recayó sobre Karina Beatriz Gómez, a quien le atribuyeron el delito de “homicidio agravado por el vínculo” en perjuicio de Milena.
Fuentes judiciales informaron Data Judicial que los jueces Gustavo Farina, Federico Merlini y Juan Mata coincidieron con la fiscal Mariel Calviño, quien en su alegato pidió la máxima pena para la mujer por haber asfixiado a su hija de 1 año y 11 meses.
La representante del Ministerio Público dio por acreditado el filicidio ocurrió el 25 de noviembre de 2017 en una vivienda ubicada en la calle Guatemala al 1800 de la localidad de Ingeniero Allan, partido de Florencio Varela, en la zona sur del conurbano.
La niña estaba dormida cuando su madre, actualmente detenida en una unidad psiquiátrica, le colocó unas medias en sus manos para que no la arañara y utilizó una almohada para asfixiarla.
Al llegar la Policía tras el hecho, la mujer le dijo a unos de los efectivos: “La maté porque me molestaba.
Y a otro policía le refirió que lo hizo “porque no quería que viva más en este mundo de mierda”, dado que supuestamente no podía afrontar la situación de mantener a su hija.
En tanto, el defensor oficial Edgardo De Rosso solicitó su absolución basado en la declaración del psiquiatra y de la psicóloga que la atienden en la unidad donde permanece alojada y que coincidieron que padece de una “depresión profunda”.
Subsidiariamente, el letrado requirió la pena de “homicidio simple mediando circunstancias extraordinarias de atenuación” por el estado mental de la imputada.
Sin embargo, el tribunal finalmente descartó la existencia de esas circunstancias extraordinarias.
Además, respecto al supuesto mal estado de la nena, la fiscalía consideró que no hubo elementos objetivos que lo comprobaran.
En ese sentido, el padre de la víctima, quien no vivía con ellas, declaró que la niña estaba bien alimentada y que la situación social de la mujer no era de extrema pobreza. El hombre también aseguró que Gómez “maltrataba” a Milena y a él, y que ella no la dejaba acercarse a su hija, en tanto aclaró que si bien no la ayudaba económicamente le llevaba pañales y alimentos todas las semanas.
Tras los alegatos, la mujer dijo en sus “últimas palabras” que “quería” a su hija y que no entiende por qué hizo eso.