En cada paso por donde uno recorre la histórica casa de Cantilo 4575 en Villa Devoto se respira historia, energía, anécdotas. Las paredes, los vitraux, cada elemento de ese lugar han sido testigos de las vivencias de la familia Maradona. La residencia de Villa Devoto fue una “fortaleza” para Diego como el mismo lo expresó en numerosas entrevistas allá por los 80 y los 90; el lugar donde lo cobijó la familia. Hoy esa construcción iba a ser comercializada para emplazar un complejo inmobiliario, lo que implicaba demoler la vivienda, ante esa realidad la casa fue adquirida por alguien que añora los días en vida del Diez y quiere que “todos sientan al recorrer la casa lo que fue Diego para todos los argentinos”.
Data Judicial pudo recorrer la emblemática construcción, cuando uno recorre archivos de los Maradona en internet, hay símbolos significativos que se mantienen igual, un aro de básquet en el patio de la finca, el césped sintético en el que Diego hizo su rehabilitación tras la lesión en Barcelona; hasta una calcomanía que recuerda “España 82” en el primer piso de la finca, a metros del histórico balcón del que Diego salió a saludar a sus vecinos luego de salir campeón del mundo en México 1986. La barra de la planta baja, testigo de numerosas producciones fotográficas de revistas de décadas atrás provoca el comentario de uno de los anfitriones que nos recibe: “acá se sentó Diego (señala con su dedo índice a una de las banquetas)…sabés las historias que se vivieron acá?”; recuerda emocionado.
El barrio de Devoto sabe de la operación inmobiliaria y son decenas a diario los que pasan y preguntan; dejan ramos de flores en la puerta de la casa de Cantilo o solo se paran, comtemplan con su mirada como ingresando en una máquina del tiempo y conectan con las emociones más profundas, los ojos se llenan de lágrimas, el nudo entrecorta la voz y la piel se eriza el recorrer cada ambiente. “Diego está….”, expresa uno de los vecinos, uno de los tantos que sigue agradeciendo a Diego e implorando al Cielo la ayuda del Diez ante la suerte de la Selección Argentina en el mundial que se está disputando por estas horas en Qatar.
El 62 de globos metalizados en la puerta (edad que habría cumplido Maradona el 30 de octubre pasado), colocado por los propios vecinos en la puerta de la casa de la cuadra de Cantilo son el reflejo de un amor eterno que no cesa de un barrio que sigue recordando a su ilustre vecino; al que residió en varios inmuebles por todas las latitudes pero que siempre tuvo a “su fortaleza” de Cantilo, como Maradona la llamaba, como punto de referencia, donde vivían sus padres; la casa que con tanto esfuerzo Diego les pudo regalar. Aún guarda los detalles destacados de los tiempos pasados, la pileta, el living, la iluminación con arañas decorativas, los vitraux en el descanso de la escalera que comunica la planta baja con el primer piso. Y en una escalera lateral el acceso a un cuarto transformado en enfermería donde una camilla es testigo de los tratamientos en los que fue atendido el astro mundial.
Ayer, hoy y siempre, en el aire, en las flores, en la construcción… Diego está presente y Devoto a cada momento se ocupa de mantener vigente ese amor metafísico que trasciende más allá del tiempo y las presencias.
GUILLERMO TRONCOSO
@TroncosoGuille
@datajudicial