El Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino, analizó la realidad del delito en el territorio provincial y se refirió a una serie de cambios necesarios para transformar las fuerzas de seguridad en la Provincia. “La transformación de la policía tiene que ser un tema prioritario en la agenda que viene. No es un problema de personas, sino de un sistema que fracasó, que no da respuestas, que da miedo. Es una deuda pendiente de la democracia”, indicó.
Los dichos de Lorenzino tuvieron lugar en el panel Fuerzas de Seguridad y Derechos Humanos. Violencia Institucional y Seguridad Democrática del Pre Foro Buenos Aires que sirvió de antesala del III Foro Mundial de Derechos Humanos, donde indicó que “hay que repensar todo el modelo, porque los problemas van a seguir siendo siempre los mismos”.
Durante el encuentro, Lorenzino consideró una serie de cambios para transformar las fuerzas de seguridad. Por un lado, mencionó la necesidad de que se ponga en marcha la policía judicial e indicó que las fuerzas tienen que ser conducidas por civiles.
“La prevención del delito tiene que ser hecha por fuerzas de seguridad en el territorio, con un jefe político que tienen que ser las y los intendentes, con fuerzas y recursos descentralizados del gobierno provincial”, explicó.
También indicó que “los delitos específicos, complejos, tienen que estar centralizados en una fuerza pequeña, profesional, conducida por un ministro civil a manos del gobierno provincial de turno”.
Este modelo mixto, para el Defensor del Pueblo, tienen que tener el objetivo de “bajar la reincidencia y mejorar la prevención de delitos. Queremos un sistema penitenciario que saque a la persona mejor de lo que entró y que también se mejore la seguridad ciudadana”.
Del encuentro también participaron el director de la Cátedra Libre de Derechos Humanos y Participación Ciudadana de la UNNE, Norberto Liwski; Raquel Witis, madre de Mariano Witis, víctima de gatillo fácil; y la directora Ejecutiva del Cels, Paula Litvachky.