La joven de 23 años hallada asesinada días atrás en una casa de Quilmes murió asfixiada, según determinó la operación de autopsia, y por el femicidio seguirá detenido su expareja, quien ayer se negó a declarar ante el fiscal de la causa, informaron fuentes judiciales.
En tanto, en las últimas horas se conoció que Lucas Nicolás Romero (26), el acusado de matar a Nair Belén Digiglio (23), compartió el domingo último en sus redes sociales una frase que decía “pisame, pero cuando me levante más vale que corras” y también cerca de otros treinta mensajes durante ese mismo día previo al hecho.
Las fuentes señalaron que, de acuerdo al resultado preliminar de la autopsia, Digiglio murió a causa de una asfixia mecánica.
“Le puso algo que le obstruyó las vías respiratorias como puede ser una almohada o boca abajo contra el colchón”, explicó hoy a Télam un vocero judicial.
Por su parte, Romero fue indagado esta tarde por el fiscal de la causa, Martín Conde, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Quilmes, quien le imputó el delito de “homicidio agravado por mediar relación de pareja y violencia de género”.
Según las fuentes, Romero se negó a declarar y quedó formalmente detenido a disposición del Juzgado de Garantías 3 de Quilmes.
El hallazgo del cuerpo de Digiglio se produjo ayer por la mañana en una vivienda de la calle 856 al 1.300, de la localidad de San Francisco Solano, en el partido de Quilmes, luego del llamado al 911 de un vecino.
Según las fuentes, al arribar al lugar, personal policial encontró a la joven muerta sobre la cama de una de las habitaciones, desnuda y con una lesión en el cuello.
En la vivienda se encontraba Romero, su expareja y padre de los dos hijos menores de edad de la mujer, que descansaban en otro dormitorio.
“Él (Romero) me dijo que era un robo, que forzaron y entraron. Me preguntó si escuchamos algo. La verdad no escuchamos nada. Escuchamos que subió rápido y me avisó que le entraron a robar”, explicó hoy Miguel, el vecino que llamó al 911.
El testigo aseguró que el presunto femicida “estaba en shock, como que encontró una escena rara” cuando ingresó a su vivienda y que le dijo que le entraron por una ventana del fondo y que él solo vio a lo lejos que la puerta de ingreso a la casa estaba inclinada.
“Los chicos se quedaron con nosotros hasta que vino la asistente social. Por suerte no se dieron cuenta lo que pasó”, añadió.
De acuerdo con los voceros, la pareja se había separado hacía unos meses y en esa casa residía él, que se desempeña como custodio privado; mientras que ella solía ir a cuidar a los niños cuando el joven se iba a trabajar.
Las fuentes señalaron que, en principio, el dueño de casa contó que la mujer llegó para cuidar a los hijos y él se fue para su lugar de trabajo, pero que al regresar poco después la encontró muerta y alertó a un vecino.
“El joven dijo que volvió al domicilio porque perdió la combi y también porque le quisieron robar”, explicó a Télam un vocero de la pesquisa que consideró que los dichos del ahora sospechoso resultaron contradictorios.
Además, el joven presentaba algunas lesiones que podría ser signos de la defensa ejercida por la víctima, quien también tenía sangre en las fosas nasales.
Los peritos también hallaron en la escena del crimen una sábana con manchas hemáticas.
“Hay una cámara que captó la llegada de la joven a la casa, pero no se lo ve a él salir de la misma”, agregó el pesquisa consultado.
A su vez, los pesquisas establecieron que no había denuncias previas por violencia de género de la víctima contra su expareja, aunque Conde no descarta que se haya tratado de un femicidio cometido en ese contexto.