Cuatro de los cinco testigos que declararon ayer en el juicio por jurados que se sigue a dos sujetos acusados de matar a palazos y a tiros a un joven en La Cañada años atrás los sindicaron como los homicidas sin dudarlo. En la jornada de hoy serán los alegatos y las deliberaciones de los ciudadanos a los fines de determinar un veredicto de culpable o no culpable.
El más contundente fue el primo de Diego Sotelo, que los marcó en la misma sala de juicio al igual que lo había hecho en ruedas de reconocimiento durante la instrucción del proceso judicial. Los encartados Gustavo Mastrángelo como Raúl Ibarra se mostraron impávidos en el juicio. Solo hubo algunas reacciones de los familiares del fallecido Sotelo debido a gestos que esbozó Mastrángelo ante las miradas de los deudos de la víctima.
A Diego Sotelo lo mataron sin reparos, primero Mastrángelo le pegó con un palo en la cabeza hasta que cayera en el arroyo de Zapiola y 173 bis y ya indefenso, Ibarra le disparó el tiro mortal.
Los hechos se dieron el 29 de julio de 2017, alrededor de las 14.30, cuando lo interceptaron a Diego Sebastián Sotelo, que intentó huir del lugar y fue perseguido por los agresores que llevaban palos y un arma de fuego. Uno de los individuos alcanzó a Sotelo y le dio varios palazos en su cuerpo; mientras que otro sujeto le dio el tiro mortal con el arma de fuego que tenía en su poder, provocándole la muerte.
Tanto Ibarra como Mastrangelo, están acusados por “homicidio calificado por el empleo de arma de fuego”. La fiscal de Juicio, María de los Angeles Attarian Mena, interrogó a los testigos al igual que los defensores, Roberto Rosales (oficial) y Jorge Esquivel (particular).
Se prevé que hoy realicen los alegatos y la jueza Cecilia Maffei brinde las instrucciones a los jurados que luego deliberarán en pos de un pronunciamiento.