La Corte Suprema dejó firme la condena a 22 años de prisión para Héctor Lagostena por el asesinato y la desaparición del cuerpo de Érica Soriano, ocurrido el 20 de agosto de 2010. Lagostena fue condenado por un tribunal oral en 2018 y llegó hasta la Corte Suprema mediante un “recurso de queja”, que fue declarado “inadmisible” en el acuerdo de hoy.
Lagostena fue detenido en mayo de 2016 y dos años más tarde el Tribunal Oral en lo Criminal número nueve de Lomas de Zamora, lo condenó por el delito de “homicidio en concurso ideal con aborto”, ya que Soriano estaba embarazada al momento de su desaparición y presunción de muerte.
Aquel fallo hizo hincapié en el “maltrato psicológico que sufría Érica Soriano por parte de Lagostena, quien controlaba cómo se vestía, el maquillaje que utilizaba, el uso del teléfono celular, los lugares a los que concurría y con quién lo hacía, y los boletos de colectivo para verificar sus horarios”.
Según el fallo que ahora quedó firme, Lagostena mató a Soriano la noche del 20 de agosto de 2010 en su casa de Lanús e hizo desaparecer el cadáver, probablemente incinerándolo en un crematorio con la complicidad de una funeraria.
Esa hipótesis nunca se probó definitivamente, lo que no obstó para que el tribunal dictara la condena.
“El recurso extraordinario, cuya denegación motivó esta queja, resulta inadmisible. Por ello, se desestima la presentación directa”, decidieron los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.