La tranquilidad de las tardes de enero se ve alterada por uno de los hechos que marca las últimas décadas de Dolores: el juicio por el caso Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a patadas y golpes a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell hace 3 años. En cada esquina de esta ciudad, el clamor de justicia se hace presente al transitar las calles.
Aquellos que ya peinan canas en esta ciudad de casi 30 mil habitantes recuerdan el caso de José Luis Cabezas, por el cual fue condenada la denominada “Banda de Los Horneros” como responsable del homicidio del reportero gráfico. Sólo aquel es comparable, acaso, con el movimiento que provoca la llegada de numerosos equipos periodísticos de medios nacionales y regionales. Hoy, en las plazas, en la terminal, en cada esquina de la ciudad, el reclamo es uno solo: “Justicia por Fernando”.
Al llegar a la calle Belgrano todo está vallado, la calle cortada, policías por todas partes y la sensación de una escenografía poco frecuente en Dolores; Data Judicial está presente en cada incidencia de un debate oral y público que es bisagra para los dolorenses. Hoy, a las 19 horas, será la marcha al Anfiteatro, una expresión popular que promete ser masiva, quizá con miles de personas (las reservas en los lugares de alojamiento están colmadas) que serán parte de lo que, muy posiblemente, será un grito de toda la sociedad: el pedido de justicia por el crimen del joven estudiante de Derecho en Villa Gesell. Justamente hoy terminan los audiencias testimoniales a cargo del Tribunal 1 de Dolores, que dieron inicio el 2 de enero.
Se prevé para la semana próxima los alegatos de la fiscalía, el particular damnificado y en la jornada siguiente la defensa particular de los encartados.
A cada paso aquí en Dolores se respira esa sensación de clamor popular que exige justicia por Fernando y una condena ejemplar para los responsables de su muerte. En cada comercio, en cada esquina, el comentario es unánime y recurrente: todos refieren al movimiento que le da al “Primer Pueblo Patrio”, tal y como se lo conoce por su vasta historia, un hecho que ha alterado a la sociedad toda, que la conmueve y que ya tiene una condena social irrefutable.
Será a finales de mes que los magistrados del TOC Nº 1 de Dolores, responsables de la valoración de la prueba que se viene dando en cada audiencia, dicten el fallo correspondiente; un pronunciamiento que, sin dudas, y más allá de las cuestiones técnicas y jurídicas, nos marcará a todos y cada uno de nosotros durante los próximos años.
GUILLERMO TRONCOSO
desde Dolores
@datajudicial