El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires confirmó que las cuatro personas de la localidad de Berazategui, dos de las cuales fallecieron, tenían también leptospirosis y salmonelosis.
En un comunicado, la cartera sanitaria provincial, informó que de los análisis de los cuatro adultos internados por diarrea aguda durante las primeras tres semanas de enero último, los resultados permiten confirmar que dos de los casos presentaron como antecedente común, el consumo de carne y derivados proveniente de una misma carnicería (un hombre de 48 años, fallecido, y otro de 40 años). Mientras que en los dos casos restantes, de los cuales uno falleció, no se identificó una fuente común alimentaria.
Además se informó que en la carnicería identificada se realizó el decomiso de alimentos (carne picada y preparación para milanesas), así como en el transporte distribuidor (achuras). El Instituto Nacional de Alimentos (INAL) de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) realizó el análisis de las muestras, e informó la ausencia de Salmonella y Escherichia Coli.
En la última semana, se confirmó además, leptospirosis en dos de los casos (un hombre de 36 años, fallecido, y otro de 47 internado).
En los domicilios de los casos con diagnóstico de leptospirosis se realizó control de roedores a través de la colocación de cebo rodenticida en puntos estratégicos del domicilio y peridomicilio y se efectuaron también, análisis serológicos a los tres caninos pertenecientes a la familia del caso fallecido, que resultaron negativos.
El Ministerio provincial recuerda que es importante la adopción de prácticas de prevención y cuidado de leptospirosis, enfermedad que se transmite a las personas por contacto directo con orina de animales infectados e indirecto, a través de suelo, agua o materiales contaminados con orina de dichos animales.
Las bacterias denominadas leptospiras se eliminan por la orina de los animales infectados contaminando el ambiente, y los reservorios pueden ser: roedores, perros, bovinos, ovinos, porcinos, equinos, caprinos, animales silvestres.
La puerta de entrada de estas bacterias al organismo son las mucosas y la piel macerada. Los síntomas de dicha patología son: fiebre aguda, con cefalea, mialgia, a veces seguido de ictericia, meningitis, nefropatía, neumonía y hemorragias.