Una beba de 21 días había sido llevada por sus padres al hospital Balestrini de Ciudad Evita sin signos vitales. Los médicos aseguraron que tuvo una muerte violenta y tenía signos de abuso aunque los acusados dijeron que la encontraron “dormida”. Por estas sospechas fueron detenidos.
La primera autopsia contradijo a los médicos dado que no encontró ni signos de abuso ni muerte violenta. Desde ese momento el abogado de los padres, Daniel Findey, comenzó a pedir la liberación.
La fiscal Silvina Breggia encargó un tercer dictamen a un médico de la Procuración Bonaerense, cuyos resultados coinciden con el de la autopsia. Los padres de la recién nacida siempre declararon lo mismo. Le dijeron a la fiscal que a las 3 de la mañana, la beba, Alison, de 21 días, tomó leche; con tal motivo el fin de semana fueron liberados.
El letrado de los padres pedirá el sobreseimiento de los padres y el cierre de la causa.