Siguen las repercusiones por la asunción del nuevo Obispo tras la ceremonia que se ofició el viernes en la Catedral de Quilmes ante una veintena de obispos que tuvo como consagrante a Monseñor Carlos José Tissera, obispo de Quilmes, y como co-consagrantes a Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, a Monseñor Carlos Alberto Sánchez, arzobispo de Tucumán, y a Monseñor Juan Carlos Ares, obispo auxiliar de Buenos Aires.
En su homilía, el Obispo Tissera recordó que “el año pasado, reunido con los sacerdotes antes de viajar a Roma y visitar al Papa Francisco, hicimos un discernimiento sobre la situación que vivíamos. Consideramos que era importante que fuera y le contara de nuestras desolaciones y nuestras esperanzas. Así fue. El corazón pastoral del obispo de Roma recibió mi confesión y mi pedido de luz para el camino. Inmediatamente me dijo: «Tenés que pedir un obispo auxiliar». Hermanas y hermanos, acá lo tenemos: el Padre Obispo Eduardo Gonzalo. ¡Gracias Papa Francisco! ¡Gracias Señor Jesús, porque seguís invitándonos a navegar mar adentro y a tirar las redes! ¡Gracias, Eduardo, por tu respuesta al llamado!”. Y reconoció que “este sí lleva consigo una renuncia dolorosa: el desprendimiento de una actividad y un servicio vivido por tantos años en la Hermandad de los Operarios Diocesanos. Es algo que jamás estuvo en tu perspectiva. Pero, el Espíritu que siempre te animó, es el que te llevó a confiar, como lo hizo Pedro”.
El Obispo de Quilmes también manifestó que “pescar hombres es una empresa mucho más noble y difícil que pescar peces. Es una misión maravillosa. Vos Eduardo lo has experimentado en tantos destinos pastorales; desde ahora, lo harás con nosotros, en Quilmes. Como lo expresas en tu lema de ordenación episcopal, citando a San Pablo: «Todos somos compañeros de trabajo de Dios» (1 Cor. 3, 9)”. Y deseó al nuevo obispo que la vida y testimonio de Novak, “te animen cada día”.
Tissera agradeció a quienes acompañaron a través de la transmisión en vivo en el canal de Youtube.com/DiocesisQuilmesOficial, en especial los que se conectaron desde otras partes del mundo. Y a los presentes en Catedral, entre quienes estuvieron sacerdotes de Brasil y Perú, autoridades como el Director de Cultos de la Provincia de Buenos Aires, Juan Torreiro, el intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, el ex embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Cúster, entre otros funcionarios nacionales y de los municipios de Quilmes, Florencio Varela y Berazategui.
Entre los miembros del Episcopado, también acompañaron al nuevo Auxiliar de Quilmes, el Cardenal Pedro Ricardo Barreto, arzobispo de Huancayo, Oscar Ojea, obispo de San Isidro, y sus auxiliares, Guillermo Caride y Raúl Pizzaro, Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza, Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora, Marcelo (Maxi) Margni, obispo de Avellaneda-Lanús, Hugo Salaberry, obispo de Azul, Martín Fassi, obispo de San Martín, Juan José Chaparro, obispo de Merlo-Moreno, Héctor Zordán, obispo de Gualeguaychú, Pedro Laxague, obispo de Zárate-Campana, José María Baliña, obispo auxiliar de Buenos Aires, Jorge González, obispo auxiliar de La Plata, Luis Teodorico Stöckler, obispo emérito de Quilmes, y Juan Carlos Romanín, obispo emérito de Río Gallegos.
También fueron parte de la celebración el sacerdote español Florencio Abajo Núñez, Director General de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, Fray Javier Fontana, provincial de los franciscanos menores conventuales, la Hermana María Graciela Trivilino, Madre General de las hermanas franciscanas de Bonladen, y sacerdotes y diáconos de la Diócesis de Quilmes, de la Hermandad de Operarios Diocesanos, familiares del Padre Obispo Redondo, y las comunidades de la diócesis, y los referentes de otras iglesias cristianas, entre quienes estaban la Pastoral Paula Fogel, el Pastor Arturo Blatesky y el Señor Norberto Pinto de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, los pastores Timoteo y Adriana de la Iglesia Reformada, el Pastor Carlos Jacobs de la Iglesia Metodista, y la Reverenda Mónica Tompkis de la Iglesia Anglicana.
Para cerrar la emotiva celebración, Tissera pidió “a los miembros del Presbiterio de Quilmes, Diáconos Permanentes, Religiosas y Religiosos de la diócesis, miembros de los Institutos de Vida Consagrada, Orden de Vírgenes, seminaristas, y a todas y todos los fieles cristianos de la Diócesis […] que reciban al Padre Obispo Eduardo con el mismo afecto y confianza que tienen conmigo. Sé que lo harán. Somos una gran familia, sencillos y hospitalarios. Con Eduardo, nos desgastaremos para servirles y acompañarles de la mejor manera”.
Monseñor Redondo le agradeció a Dios “por el regalo de mi vida, el regalo de mi familia, de mis amigos, mis padres”, recordó a su papá y su mamá, y su camino vocacional en el que “Dios me llamó a ser cura en tantos rostros de amor y de dolor. El Señor me llevó por muchos caminos”. También dijo que “a diferencia de mi ordenación presbiteral, este momento fue inesperado, sorpresivo, y con bastantes resistencias de mi parte. Sin embargo, hoy puedo decir en paz que acepto y asumo lo que el Señor me pide, con temor y temblor, como se lo escribí al Papa”. Para finalizar, el nuevo obispo auxiliar expresó que “Quiero ser todo de todos, quiero ser todo de Dios en este camino que Jesús me pide transitar como obispo auxiliar, acompañando y aprendiendo, dejándome acompañar y agradeciendo”, se encomendó a las Patronas de Argentina, Brasil, Cuba y del Valle del Mantano de Huancayo, Perú, Nuestra Señora de Luján, Nuestra Señora de Aparecida, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, y Mamá Cocharcas.