Empresarios vitivinícolas le solicitaron a los senadores no aprobar la ley de tolerancia cero al volante y advirtieron que la iniciativa “no tiene sentido en un país productor de vino”. Así lo hicieron en el marco del tradicional desayuno de la Corporación Vitivinícola en Mendoza, con presencia de dirigentes políticos y económicos en el marco de la Vendimia, que arrancó con un pedido concreto de los bodegueros de rechazar la ley de tolerancia cero al volante que espera sanción definitiva en el Senado nacional.
Ante el ministro de Economía Sergio Massa, el saliente presidente de Coviar, José Pepe Zuccardi, fue crítico con la ley de alcohol cero que, sostiene, no soluciona el problema de los accidentes de tránsito y perjudica a la industria del vino.
“La ley que se pretende sacar en el Senado es demagógica porque promete algo que no va a ocurrir. Es una ley de seguridad Vial de un solo artículo, que dice que la tolerancia pasa de 0,5 a 0% de alcohol en sangre, cuando está aprobado en el mundo que no hay accidentes de tránsito a causa del alcohol con conductores que tienen menos de 0,5”, dijo el bodeguero. Y afirmó: “Es una ley absurda para un país viñatero”.
Argentina como país vitivinícola es un actor relevante. Es el 7º país con mayor superficie implantada de vid en el mundo.
La Argentina es el 5° productor mundial de vinos, 9º exportador, 9° mercado de consumo, 7º en consumo per cápita, con 18 provincias productoras de uva, 215.000 hectáreas, 24.000 viñedos, 17.000 productores, 900 establecimientos, 100.000 puestos de trabajo directos y 300.000 puestos de trabajo indirectos.
Al frente de la Coviar asumió Mario González, productor de Chilecito, La Rioja.
“Este año nos enfrentaremos a una de las cosechas más bajas de las que se tenga memoria. Y si bien los fenómenos climáticos son cada vez más extremos, el proceso de descapitalización de nuestros productores, especialmente los más pequeños muestra una realidad preocupante, que se relaciona con tasas de interés imposibles para el sector, y una inflación que no permite ni admite sostenimiento, que, sumado a la falta de grandes obras hídricas y al difícil acceso a tecnología para el manejo del agua, nos pone ante una difícil encrucijada”, dijo González.
“Queremos una viticultura con productores dentro del sistema, evitando las grandes concentraciones”, planteó el dirigente viñatero.
En la Argentina, además de las provincias cuyanas, ya se produce uva en Entre Ríos, Jujuy, Buenos Aires o Chubut. “Esto abre todo un horizonte en el que es posible el crecimiento que garantice una mejora en la productividad, el desarrollo federal y la incorporación de nuevos productores”, planteó el titular de Coviar.
Sostuvo que “el proceso de achicamiento es real y sin políticas específicas se acentuará inexorablemente. Necesitamos que las política nacionales y provinciales atiendan los requerimientos de quienes generamos trabajo, arraigo en el interior del país y traemos divisas genuinas tanto por los productos que exportamos o por lo que gastan aquí los turistas que nos visitan. Los actores de la economía real necesitamos soluciones”.
Reclamó el dirigente que después de alcanzar en el 2021 un récord histórico de exportaciones de vinos y mostos, con más de 1.000 millones de dólares, “la pérdida de competitividad y la falta de apoyo a la promoción nos han hecho caer y perder mercados”.
Y pidió baja de retenciones a las exportaciones: “Necesitamos urgentemente la eliminación completa y definitiva de las retenciones al vino y al jugo de uva concentrado, y pedimos un refuerzo para la promoción de nuestros productos en el exterior”.
Hizo un punteo de asuntos urgentes: “Necesitamos un tipo de cambio acorde para sostener y mejorar la tendencia creciente de nuestras exportaciones. Luego, Sergio Massa anunció que desde abril comenzará a regir un tipo de cambio especial, aunque no dio precisiones. “Con Proviar II en marcha, es urgente la necesidad de implementar un plan de obras nacionales y provinciales de infraestructura hídrica”, dijo.