El jefe de la DDI Quilmes, comisario Luis Zaracho, declaró anoche durante varias horas al ser indagado en sede judicial de Berazategui por el fiscal Daniel Ichazo que investiga la desaparición de Lucas Escalante y el homicidio de Lautaro Morello. Zaracho está imputado por encubrimiento y seguirá detenido.
Zaracho fue asistido por su defensor particular, Rubén Fernández; en la sede judicial de Berazategui ante el fiscal Ichazo ejerció su derecho de declarar y durante horas (pasadas las 17 hasta las 22.40) brindó su testimonio en el marco de las imputaciones que se le endilgan por el delicado caso de los jóvenes de Florencio Varela de los que nada se sabe desde el 9 de diciembre del año pasado.
Ichazo cree que el jefe policial detenido el jueves por encubrimiento ayudó a los dos detenidos (Maximiliano y Cristian Centurión) a eludir la investigación al no preservar la escena de un allanamiento en la casa de un comisario mayor vinculado a ambos acusados y también al comunicarse con ese efectivo previo a tomarles declaración a los mismos imputados. Se especula que con la información aportada por Zaracho la Justicia avance en la causa la semana próxima.
Zaracho fue imputado de “encubrimiento calificado por ser el delito especialmente grave y por su condición de funcionario público”. El fiscal basó su acusación en el acta del procedimiento, el acta de inspección ocular, un croquis ilustrativo y declaraciones testimoniales.
Técnicamente, el fiscal Ichazo le atribuyó dos hechos: uno, ocurrido el 12 de diciembre pasado (tres días después de la desaparición de Lautaro y Lucas) y el otro entre el 14 y 15 de ese mismo mes, cuando los policías Cristian y Maximiliano Centurión no habían sido acusados ni detenidos aún.
Según la acusación a Zaracho, en el primero de los hechos que se le imputa, el jefe de la DDI, “ya estando en conocimiento de la presencia de las víctimas en el domicilio de Cristian Centurión, mantuvo comunicaciones con Francisco Centurión, padre y tío respectivamente de los imputados, previo a tomarle declaración testimonial” a Cristian y Maximiliano, “intentando con dichas declaraciones desvirtuar el curso de la investigación y entorpecer la misma” mientras la pesquisa estuviera a su cargo.
El fiscal basó su acusación en el acta del procedimiento, el acta de inspección ocular, un croquis ilustrativo y declaraciones testimoniales. Mientras que, en el segundo episodio, Zaracho participaba de un allanamiento al domicilio de Francisco Centurión dispuesto por la entonces fiscal de la causa, Mariana Dongiovanni, y no cumplieron con las directivas ya que debían continuar con el procedimiento durante todo el 14 y, según Ichazo, “le entregaron la vivienda” al comisario mayor y recién lo retomaron el 15 a las 8.53 “sin haber inspeccionado la totalidad del predio”.
Además, Zaracho estaba acompañado en ese allanamiento del policía Sergio Argañaraz, también detenido por encubrimiento; y ambos, en “calidad de funcionarios públicos” estaban “obligados a preservar el lugar y a continuar las diligencias ordenadas”. Para Ichazo, de esta manera, Zaracho y Argañaraz ayudaron a “los autores y partícipes a ocultar, alterar y hacer desaparecer rastros, pruebas e instrumentos del delito ejecutado”.
La causa
De acuerdo con la investigación, el último destino en el que quedó acreditado que estuvieron Lucas y Lautaro fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en la localidad de Bosques
En tanto, Cristian y Maximiliano Centurión están procesados con prisión preventiva por el “homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento” de Morello.
También estuvo preso por “falso testimonio”, pero ya recuperó su libertad, otro policía, Ramiro Yair Forchinito, quien desempeñaba tareas en un área integrada con Interpol, y era la mano derecha del comisario Centurión. Lucas fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, cuando pasó a buscar a Lautaro para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar a bordo de un auto BMW, que al día siguiente apareció incendiado.
Los Centurión fueron detenidos tras el análisis de cámaras de seguridad y de antenas de telefonía celular
El cuerpo de Morello fue encontrado cerca de las 21.30 del jueves 15 a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, recostado boca abajo, “semicalcinado y en avanzado estado de descomposición” y, según la autopsia, la muerte se produjo por “asfixia mecánica”.
Días atrás, a pedido del fiscal Ichazo se realizó un allanamiento en esa casaquinta en la que fueron hallados rastros de sangre y restos de elementos quemados que, ahora, están siendo analizados. Los Centurión fueron detenidos tras el análisis de cámaras de seguridad y de antenas de telefonía celular, ya que en una grabación de una estación de servicio de Florencio Varela se ve a Cristian cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que se sospecha pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.
Fotos: Télam