El Episcopado expresó ese deseo en un telegrama, al considerar que de concretarse puede ser “bálsamo” para un pueblo herido en la esperanza y “puente” entre orillas políticas e ideologías distanciadas.
En el marco de la 122ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en curso en la casa de ejercicios El Cenáculo, del partido bonaerense de Pilar, los obispos enviaron un telegrama al papa Francisco en el que le manifiestan su “beneplácito y anhelo” ante su posible visita al país.
Los obispos escriben al pontífice, movidos por las recientes noticias que dan cuenta del deseo de Francisco “de una posible venida” a la Argentina.
El Papa expresó su deseo de regresar a su tierra natal en 2024, a la que no ha vuelto desde hace diez años cuando viajó a Roma para participar del cónclave en el que resultaría electo sucesor de Benedicto XVI, en declaraciones al diario La Nación de Buenos Aires publicadas el domingo pasado.
Francisco incluso habría manifestado una fecha de cuándo podría tener la visita: en 2024, tras las elecciones y la toma de posesión del nuevo gobierno argentino: “Quiero ir al país el año próximo”, aseguró en la entrevista y agregó “siempre” he querido “volver al país”.
En la misiva, firmada por la Comisión Directiva de la CEA, los prelados argentinos le expresan al pontífice que “anhelan” que la visita pueda concretarse “en primer lugar y sobre todo porque creemos que tu presencia será un bálsamo para nuestro pueblo herido en la esperanza. Un puente tendido entre orillas políticas e ideologías distanciadas. Y, para nosotros, un renovar nuestra adhesión y fortaleza para seguir tu huella pastoral y apostólica en clave de una sinodalidad encarnada en gestos”.
Texto del telegrama de los obispos al Papa
“…Querido Papa Francisco:
Los obispos de la CEA, reunidos estos días en Asamblea Plenaria, ante las noticias de tu posible venida a nuestra Patria, queremos expresarte nuestro beneplácito y anhelo de que así sea.
Lo deseamos en primer lugar y sobre todo porque creemos que tu presencia será un bálsamo para nuestro pueblo herido en la esperanza. Un puente tendido entre orillas políticas e ideologías distanciadas. Y, para nosotros, un renovar nuestra adhesión y fortaleza para seguir tu huella pastoral y apostólica en clave de una sinodalidad encarnada en gestos.
Confiando que lo que disciernas y decidas al respecto será lo que Dios te dicte en el corazón, queremos que sepas que contas con todo nuestro apoyo y afecto.
Te encomendamos a nuestra madre de Luján en este viaje a Hungría donde llevaras a su pueblo la alegría del evangelio.
Unidos en la oración junto a Jesús Buen Pastor Resucitado, te saludamos con un fuerte abrazo.
Mons. Oscar V. Ojea, Presidente
Mons. Marcelo D. Colombo, Vicepresidente 1º
Mons. Carlos Azpiroz Costa, OP, Vicepresidente 2º
Mons. Alberto G. Bochatey, OSA, Secretario General