Esta semana un jurado popular declaró culpables a cuatro policías por haber provocado lo que se denominó la “Masacre de San Miguel del Monte”, en la que murieron cuatro jóvenes que chocaron con un auto cuando eran perseguidos a los tiros en mayo del 2019 en esa ciudad bonaerense.
Tras más de ocho horas de deliberación, los policías Rubén García y Leonardo Ecilapé fueron considerados por unanimidad de los 12 jurados populares coautores del delito de “homicidio agravado por el abuso de la función policial y por ser cometido mediante el empleo de arma de fuego” en perjuicio de Danilo Sansone (13), Camila López (13), Gonzalo Domínguez (14) y Aníbal Suárez (22), por lo que recibirán como pena la prisión perpetua.
En tanto, por mayoría de 10 de los miembros del jurado, los policías Manuel Monreal y Mariano Ibáñez fueron declarados culpables del delito de “tentativa de homicidio agravado por el abuso de la función policial y por ser cometido mediante el empleo de arma de fuego” de las mismas víctimas, que prevé una pena de entre 15 y 20 años de prisión.
Además, los cuatro policías de la provincia de Buenos Aires fueron considerados culpables de la “tentativa de homicidio agravado por su condición de miembros de una fuerza de seguridad” de Rocío Quagliarello, la única sobreviviente de la masacre que tenía 13 años al momento del hecho.
En este marco, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, y su par en la provincia de Buenos Aires, Matías Moreno, destacaron el fallo del jurado popular.
Pietragalla Corti expresó su conmoción por “ver a tantas mamás llorar a sus hijos y escuchar la sentencia” y consideró que “estos logros se consiguen a partir de la lucha y de la pelea que llevan adelante las familias”.
En declaraciones a Radio Provincia, el funcionario nacional sostuvo que desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación “se acompañó como militantes desde el primer día”, por cuanto querían “que se pueda reparar un poquito del dolor que siente cada familiar por la pérdida de esos pibes y pibas que ya no están con ellos”.
“Fue una mezcla de sensaciones, de alivio, bronca y alegría”, dijo Pietragalla Corti, ya que definió que la de ayer fue “una jornada positiva para la construcción que queremos sin violencia institucional”.
El secretario de Derechos Humanos de la provincia, por su parte, el veredicto del jurado popular fue “reparador para las familias que están sumamente emocionadas”. “No estamos felices, porque nada les devuelve a sus hijos, pero sí contentas porque se hizo justicia después de tanta lucha y de tanto que se hizo desde la corporación policial para que no se llegue a este juicio ni se castigue a los responsables”, dijo.