En un acto organizado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, en conjunto con la Subsecretaría de la provincia de Buenos Aires, y el municipio de Florencio Varela, se realizó ayer por la tarde la señalización de la Comisaría 1° varelense, donde hace 21 años era torturada Andrea Viera, quien días después fallecería producto de los golpes recibidos.
El homenaje estuvo encabezado por el director nacional de Políticas contra la Violencia Institucional de la Secretaría, Mariano Przybylski; el subsecretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Matías Moreno, y el intendente del municipio, Andrés Watson.
Participaron de la ceremonia familiares, compañeros, compañeras, amigos y amigas de Andrea; acompañando a su hermana, Eugenia Vázquez, quien ha sostenido el reclamo por justicia por más de 20 años.
Luego de las palabras alusivas, los familiares y las autoridades presentes descubrieron el cartel por Memoria, Verdad y Justicia que quedará emplazado frente a la Comisaría, para dejar un testimonio de lo allí sucedido y crear conciencia acerca de las graves consecuencias de la violencia institucional.
La señalización forma parte de la campaña que lleva adelante la Secretaría en todo el país para recordar a las víctimas y brindar una clara señal de repudio desde el Estado a los crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad, para que hechos como estos no ocurran nunca más.
Entre las autoridades presentes en el homenaje estuvieron además el director de Políticas contra la Violencia Institucional de la provincia de Buenos Aires, Ignacio Álvarez; el director de Derechos Humanos de Florencio Varela, Guillermo “Cuco” Ñáñez; y la subsecretaria de Asistencia a las Víctimas de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires, Sandra Furio.
El caso
El 10 de mayo de 2002 Andrea Viera, de 25 años, y su pareja, Gustavo Cardozo, salieron de su casa en el Barrio Ingeniero Allan de Florencio Varela para visitar a un familiar. Andrea estaba embarazada, y en el camino tuvieron que bajarse del colectivo porque estaba descompuesta. Se sentaron en el umbral de una casa, cuando un grupo de policías de la provincia de Buenos Aires apareció de repente y detuvo a Andrea, tras acusarla de haber disparado contra un efectivo durante un tiroteo en el que murió un joven.
Andrea fue trasladada a la Comisaría 1° de Florencio Varela, donde los policías la torturaron hasta dejarla inconsciente. Luego llamaron a una ambulancia que trasladó a la joven al hospital “Mi Pueblo”, donde murió doce días más tarde.
Eugenia Vázquez, hermana de Andrea, empezó la lucha por Verdad y Justicia apenas ocurrido el hecho. Gracias a su compromiso, al de toda la familia y del pueblo de Florencio Varela, finalmente llegaron las condenas a los responsables, luego de un largo camino judicial.
Por el homicidio de Andrea, los policías Marta Jorgelina Oviedo y Marcelo Miguel Aquino fueron condenados a prisión perpetua.