La jueza Silvia Hoerr dictó la primera sentencia por grooming por un hecho ocurrido en La Plata en agosto del 2020 en plena pandemia y condenó con 12 años de prisión al docente Jonatan Manzo de 33 años.
El episodio ocurrió en la etapa más dura de aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) por la pandemia de coronavirus y la Ley 27.590 describe a esta conducta ilegal como “toda acción por la que una persona adulta contacta a una niña, un niño o adolescente a través de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos para atentar contra su integridad sexual”.
Según lo argumentado en su veredicto por la jueza del Tribunal Oral Criminal II de La Plata, el hecho sucedió el 10 de agosto de 2020 en una vivienda de la localidad de Villa Elvira a la cual la víctima llegó engañada por quien resultó ser su abusador sexual.
Los especialistas consideran a este fallo como una sentencia con mirada de género e infancias.
La nena fue engañada a través de las redes sociales y en la sentencia se marcó que unos 3 meses antes del hecho Manzo “inició conversaciones con la víctima a través de la red social Instagram”.
Luego de varios chats se produjo el encuentro en el que el la violó, la obligó a borrar todos los mensajes de sus charlas virtuales y a tomar la “pastilla del día después” para evitar embarazos.
La niña declaró en el juicio oral mediante el sistema de Cámara Gesell. Con mucho dolor y vergüenza rememoró lo sucedido y contó que “hasta ese momento no había tenido relaciones sexuales con nadie, que no tenía ganas de estar con él y que no quería que su primera vez fuese con una persona más grande”.
Manzo, de acuerdo a lo narrado por la niña, le dio un flan porque no había comido nada y se sentía mareada, empezó a besarla y se abalanzó sobre ella. La joven confirmó que se quedó “inmóvil” porque “se sentía mal, y tenía miedo y asco”.
En el relato señaló que en las primeras horas de la mañana fue violada otra vez y que cuando terminó el ataque sexual del violador le ordenó que se bañara y lavara su ropa interior.
Más tarde le comentó que recibió “un mensaje de la página Predicciones Amorosas que decía que debía irse a su casa y que no tenía que decir nada porque si no le iban a pasar cosas graves”.
La víctima salió de la vivienda ubicada en 6 y 94, pidió un taxi y regresó a su casa.