De acuerdo a un estudio, el problema se agravó profundamente desde la pandemia. Una de cada cuarenta apps disponibles en las stores, dicen los expertos, no supera el estándar mínimo de seguridad.
Tanto nuestro país como otras naciones de la región vienen registrando un sostenido aumento en la cantidad de ciberestafas, especialmente en el fraude de tarjetas de crédito vía online o el robo de datos personales. De acuerdo con un reciente estudio elaborado por las consultoras WIN y Voices!, el 11% de los argentinos sufrió algún tipo de delito virtual como su cuenta bancaria o tarjeta de crédito robada, clonada y abusada por ciberdelincuentes.
Con base en los números arrojados por este y otros estudios de campo, los especialistas afirman que este problema está empeorando, dado que, en investigaciones similares hechas antes de la pandemia, la gente que reconoció haber sido víctima de estos formatos llegaba al 8%. Puesto en cifras, los expertos mencionan que, globalmente, en 2021, el monto “facturado” por robos, fraudes y estafa con tarjeta de crédito fue de US$ 33.000 millones. Pero ya para 2022 ascendía a US$ 36.000 millones.
A principios de este mismo año, los responsables de Google Argentina publicaron una investigación según la cual la búsqueda “seguridad online” había crecido un 20%, lo mismo que las palabras “seguridad de contraseña”. Otras, aun más específicas, como “administrador de contraseñas”, triplicaron consultas. “Todo esto refleja el interés de los argentinos por conocer, entender y acceder a herramientas disponibles para protegerse y adquirir mejores hábitos de seguridad digital”, concluyeron desde la empresa.
De acuerdo a las consultoras, las razones del crecimiento de este ámbito delictual son varias. Desde la pandemia muchísimas personas se sumaron –por diversas razones– a hacer trámites y transacciones digitales. Este fenómeno implicó sumar al mundo de las transacciones online una gran masa de gente, muchas veces sin experiencia digital: posibles blancos muy expuestos a este tipo de delitos. Hoy, señalan, una persona “promedio” dispone, en su dispositivo móvil, de tres o más apps que sirven como plataformas de pago. A esto se le suma otra estadística que sugiere que –en la zona del AMBA– se roban alrededor de 9.000 dispositivos cada día, y que muchos de ellos tienen nulas, o mínimas, medidas de seguridad implementadas.