Maximiliano Pilepich, quien se encontraba prófugo y con pedido de captura nacional e internacional, fue detenido por ser uno de los principales autores del crimen del empresario Fernando Pérez Algaba conocido como “Lechuga”.
Pilepich fue apresado en una vivienda ubicada en la localidad de Paso del Rey, partido de Moreno. Asimismo, efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora hallaron en su poder la camioneta Mercedes Benz G500 con la que posiblemente se trasladó el cuerpo de la víctima,
Vale recordar que horas antes a la detención, un comisario de la Policía de la Ciudad a quien un fiscal pidió investigar por su presunta participación en el crimen del empresario Fernando Pérez Algaba, hallado descuartizado en julio pasado en un arroyo de Ingeniero Budge, fue pasado a disponibilidad en la fuerza mientras avanza la causa y se analiza su responsabilidad, informaron hoy fuentes policiales.
Se trata del comisario Héctor Córdoba, cuya detención en el marco de la causa por el crimen de “Lechuga” Pérez Algaba (41) fue solicitada por el titular de la Unidad Funcional de Instrucción 5 de Lomas de Zamora, Marcelo Domínguez, aunque no fue concedida por el juez de Garantías 4 de ese distrito, Sebastián Monelos, al considerar que faltan pruebas para encarcelarlo.
No obstante, al haber sido imputado en la causa por la fiscalía, las autoridades de la Oficina de Transparencia y Control de la fuerza porteña resolvieron el pasado lunes pasarlo a disponibilidad mientras avanza la causa.
De acuerdo al pedido de arresto realizado por el fiscal Domínguez -al que Télam tuvo acceso-, el comisario, quien se desempeñaba en el área de comunicaciones de la Policía de la Ciudad, tenía vínculos comerciales como el principal acusado del crimen de “Lechuga”, Maximiliano Pilepich.
Las comunicaciones de Pilepich con el comisario
Y es en el marco de esa relación que el Ministerio Público cree que Córdoba le entregó a Pilepich un número de abonado telefónico con el que el acusado mantuvo diversas comunicaciones -incluso con el comisario- entre el 18 y 19 de julio pasado, días en los que se cree que Pérez Algaba fue asesinado de dos tiros por la espalda y luego descuartizado y arrojado a un arroyo de Ingeniero Budge dentro de una valija y un bolso.
Para el fiscal, el comisario, además de habilitarle la línea telefónica, instruyó a Pilepich en cómo emplear y manejar la cuestión tecnológica para evitar ser vinculado al hecho.
Si bien para el juez la prueba reunida indica que que no se puede desconocer el vínculo entre ambos, no existen elementos suficientes por el momento para abonar la hipótesis fiscal que vincula al comisario con el cuádruple crimen del empresario, según indicó en la resolución en la que rechazó su pedido de arresto y avaló inicialmente el de otras cinco personas: Pilepich, Nahuel Vargas (también prófugo), Matías Ezequiel Gil, Fernando Gastón Martín Carrizo y Luis Alberto Contreras, todos detenidos el pasado lunes.
En tanto al día siguiente, el martes pasado, el juez avaló el pedido de detención de la gestora y amiga de “Lechuga”, Lorena Bonrad, actualmente presa y también acusada, como el resto, de homicidio cuádruplemente agravado por el uso de arma, por alevosía, por codicia y por el concurso premeditado de dos o más personas.
Para fundamentar los pedidos de arresto de todos los sospechosos, el fiscal Domínguez hizo hincapié en pruebas basadas en el análisis de las comunicaciones y movimientos de los celulares que utilizaban la víctima y los sospechosos.
De cuánto era la deuda
Domínguez afirmó que el móvil del crimen del empresario Pérez Algaba fue una deuda por 50.000 dólares y por 17 terrenos que el imputado Pilepich debía entregarle a la víctima, quien, con el fin de cobrarla, fue la tarde del 18 de julio hasta el predio “Renacer” de General Rodríguez a encontrarse con él.
Camino a ese campo, donde se cree pudo ser capturado y asesinado, “Lechuga” reconoció en un mensaje de audio que temía por su vida ante la posibilidad de ser baleado, según las pruebas aludidas por el fiscal.