Dos empleados del Consejo de la Magistratura y otros tres imputados fueron procesados con prisión preventiva como acusados de integrar una banda que en mayo pasado cometió al menos dos secuestros extorsivos en el partido bonaerense de La Matanza, entre ellos el de un adolescente de 15 años, y por los que cobraron rescates por unos 74 mil dólares y casi dos millones de pesos, informaron fuentes judiciales.
Se trata de los hermanos Matías Nahuel Más (27) y Juan Jesús Más (21), a quienes dicho Consejo suspendió preventivamente de sus funciones en infraestructura y en la llamada Oficina de Enlace del cuerpo, respectivamente, y les inició un sumario interno.
Los otros procesados son Ezequiel Gustavo Stelter (28), Juan Maximiliano Stelter (33) y Lucas Gastón Cóppola (31).
“(…) La banda demostró vasta experiencia en la comisión de los hechos, el detalle de cada uno de sus movimientos no resultó ser al azar, sino que contaban con una planificación previa como ya hemos dicho, analizaban la zona, controlaban si había cámaras de seguridad emplazadas, cambiaban de chapas patentes los vehículos en que se movían, tal como los chips (tarjetas sim) de los celulares”, sostuvo en el fallo al que accedió Télam el juez federal 2 de Morón, Jorge Rodríguez.
Para el magistrado, “no debe perderse de vista la gran cantidad de infraestructura y armas con las que contaba” esta organización y “la agresividad con sus víctimas”; y en este sentido recordó que una de ellas señaló que “sentía las balas pasar cerca suyo”, mientras que al adolescente secuestrado “le pusieron un arma en la boca” y jugaron con él a la “ruleta rusa”.
El juez sostuvo que los cinco detenidos deben seguir presos debido a la existencia de riesgos procesales, por peligro de fuga y de entorpecimiento de la investigación, la cual prosigue para localizar a un sexto sospechoso.
A su vez, a los cinco procesados les trabó un embargo de 25 millones de pesos sobre sus bienes para cada uno.
Además de los dos “secuestros agravados” consumados, el magistrado les atribuyó un tercer caso en grado de tentativa y otros delitos como encubrimiento agravado, acopio de armas de fuego y municiones y tráfico de estupefacientes.
De acuerdo a la investigación del fiscal federal de Morón, Sebastián Basso, el tercer secuestro en grado de tentativa se vio frustrado por la intervención policial cuando estaban a punto de tomar cautiva a su víctima.
Por su parte, los hermanos Más fueron indagados al día siguiente de su detención, el 11 de julio pasado, pero ambos se negaron a declarar ante el fiscal Basso.
Sin embargo, ambos sí declararon luego por escrito y rechazaron todas las imputaciones en su contra, aseguraron las fuentes judiciales.
Los hechos más graves que le imputan a los hermanos Más y a los otros detenidos ocurrieron el 12 y el 22 de mayo, cuando mantuvieron secuestrados a un hombre y a un adolescente, respectivamente, y cobraron importantes sumas de dinero como rescate.
Para los investigadores, los dos secuestros consumados están relacionados a una disputa entre bandas de ladrones, ya que una de las víctimas fue un hombre que estaba acusado de un robo cometido en el barrio porteño de Villa Devoto, y la otra (el adolescente) es el hijo de otro delincuente que ya estaba preso por ese mismo asalto.
Según las fuentes, en el primero de los casos, la banda capturó a un hombre identificado como Sergio Daniel Pérez en la localidad de González Catán y permaneció en cautiverio durante casi 24 horas, hasta que la familia de la víctima -que dio intervención a la policía-, pagó un rescate de alrededor de 40 mil dólares y 1.100.000 pesos.
Una vez que fue liberado, Pérez quedó detenido como sospechoso del robo en noviembre del año pasado en una casa del barrio porteño de Villa Devoto, a disposición de la justicia porteña.
Los investigadores establecieron que el segundo hecho ocurrió el 22 de mayo y la víctima fue el adolescente, hijo de otro de los supuestos autores del robo en Villa Devoto que ya está detenido por ese hecho, a quien capturaron en Ciudad Evita y, según los investigadores, permaneció cautivo algunas horas hasta que fue liberado sano y salvo tras el pago de dos rescates, el primero de 313.000 pesos y 4.000 dólares y el segundo de 419.000 pesos y 29.900 dólares.
Durante ese secuestro, la negociación fue realizada por la madre de la víctima, a quien en los reiterados llamados extorsivos le exigían el dinero que habían robado en noviembre del año pasado y la hacían escuchar los gritos y el llanto de su hijo mientras lo amenazaban de muerte.
Las detenciones de los sospechosos finalmente fueron realizadas por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) La Matanza tras una serie de allanamientos, en los cuales fueron secuestradas al menos cinco armas de fuego y una ametralladora, centenares de municiones de distintos calibres, al menos 20 teléfonos celulares, droga lista para la venta y hasta automóviles que estaban denunciados como robados.
Para los investigadores, la banda estaba liderada por los hermanos Stelter, mientras que Cóppola era el encargado de realizar las llamadas extorsivas y los Más aportaban la logística, entre ellas una camioneta Amarok blanca que de acuerdo con la resolución que dispuso los procesamientos es “de idénticas características a la que Jesús Más se encuentra autorizado a manejar, asignada al Consejo de la Magistratura”.
Por ese motivo, el padre de ambos procesados, que no está imputado en la causa pero también trabaja en el Consejo de la Magistratura, fue derivado de sus funciones a cargo del área de choferes y ciertos sectores de seguridad a la de recursos humanos por posible “conflicto de intereses”.