El comisario mayor Francisco Centurión, investigado por la desaparición de Lucas Escalante, de quien se desconoce su paradero desde diciembre pasado cuando desapareció de Florencio Varela junto a su amigo Lautaro Morello, quien días después apareció asesinado, seguirá detenido con prisión preventiva por sustracción de caudales públicos, pero no por la presunta privación ilegal de la libertad del joven buscado.
Fuentes judiciales informaron a este medio que el juez de Garantías Julián Busteros consideró que las maniobras que la fiscalía le imputó al policía “se acercan más a la figura de encubrimiento que en la presente no resulta punible” ya que uno de los principales acusados es su hijo Cristian, actualmente preso junto a su primo sobrino Maximiliano.
Esta decisión del magistrado generó malestar en la familia de Escalante, cuya hermana Romina adelantó que hoy a las 10 marcharán a la sede del juzgado, en avenida Mitre 449 de Florencio Varela, para reclamar justicia y “basta de corrupción”.
La semana pasada, el fiscal de la causa, Daniel Ichazo, pidió la prisión preventiva del comisario mayor por “sustracción de caudales públicos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes (en el caso de Escalante) y por ser cometida con violencia”.
A su vez, en su fallo de 23 páginas, el magistrado dispuso que el policía siga detenido preventivamente solo por el primero de los delitos, por la supuesta comercialización de vales para cargar nafta.
Para el magistrado “debe destacarse que si bien se encuentra acreditado que Centurión llegó luego de realizar un viaje a su vivienda y que se habría quedado a solas con su hijo Cristian Centurión, no puede perderse de vista que ello habría ocurrido un día después de la desaparición de las víctimas, por lo que resulta aventurado afirmar que el aquí imputado se sumó a su sobrino (Maximiliano, el otro detenido) y su hijo y asumió la conducción del evento”.
A su vez, el juez basó la prisión preventiva en la existencia de riesgos procesales. “(…) debe destacarse que se encuentra acreditado que el imputado eliminó y ocultó pruebas, por lo que se puede presumir fundadamente que intentará entorpecer la investigación”, afirmó Busteros.
Y añadió que “en la misma línea, resulta válido avizorar el peligro de fuga si se tiene en cuenta que al momento de hacerse efectiva la detención (…) habría intentado escapar”.
A su vez, para los próximos días se aguardan los resultados del cotejo de las muestras tomadas del cadáver de Morello (18) exhumado el viernes pasado con el perfil genético de sus padres.
Esta diligencia fue solicitada por la familia de la víctima, ya que nunca se certificó genéticamente que el cuerpo perteneciera al joven.
Las mismas fuentes recordaron que la identificación del cuerpo, que se encontró semicalcinado, se había realizado a través de las huellas dactilares, por lo que para los investigadores no hay dudas de que pertenece a Morello.
En esta causa, Cristian y Maximiliano Centurión están acusados del homicidio de Morello y de la privación de la libertad de Escalante; mientras que, al exjefe de la seccional de Bosques, comisario Sergio Enrique Argañaraz, se le imputa el encubrimiento del caso.
Por su parte, el mayor de los Centurión, quien ya fue desafectado de la fuerza por decisión de la Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, resultó herido de un tiro en un tobillo cuando intentó fugarse de los policías federales que fueron a detenerlo a su casaquinta de la localidad de La Capilla, en Florencio Varela.
A raíz de ello, debió permanecer en observación y con custodia durante dos días en el Hospital Maternal “Mi Pueblo”, tras lo cual, lo alojaron en la Alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA de Villa Lugano.
Escalante (26) fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Morello para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar a bordo de un auto BMW que al día siguiente apareció incendiado.
El cuerpo de Morello fue encontrado cerca de las 21.30 del jueves 15 a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, recostado boca abajo, “semicalcinado y en avanzado estado de descomposición” y, según la autopsia, la muerte se produjo por “asfixia mecánica”.
El último destino en el que quedó acreditado que estuvieron los dos amigos, en base a la declaración de testigos y por el análisis de antenas de celular y cámaras de seguridad, fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en La Capilla.
Si bien el móvil del hecho aún no está esclarecido, una de las hipótesis que se investiga es que Cristian y Maximiliano Centurión le ofrecieron como anzuelo a las víctimas los vales de nafta gratuitos que tiene la policía bonaerense para abastecer los móviles de combustible.