Un camionero fue condenado ayer por unanimidad de la Justicia a la pena de prisión perpetua por asesinar de 16 puñaladas a su expareja, una oficial de la Policía Local de Berazategui que antes del femicidio, cometido en 2017, lo había denunciado por lesiones y amenazas.
Se trata de Sergio Maciel (46), quien minutos después del hecho se entregó en una comisaría de la zona, todo ensangrentado, y desde entonces quedó detenido.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Quilmes condenó a Maciel por el femicidio de la oficial Verónica Cordary (37), con quien tenía cuatro hijos.
La pena a prisión perpetua coincidió con lo que había solicitado en la etapa de alegatos la fiscal de juicio, María de los Ángeles Attarián Mena, mientras que la defensa planteó la inconstitucionalidad de dicho castigo basándose en tratados internacionales sobre derechos humanos.
“Quién tiene perpetua es la víctima, que está bajo tierra”, fue la réplica de la fiscal durante el debate.
El fallo se conoció sin la presencia del ahora condenado, quien sólo estuvo presente en los alegatos de apertura y de cierre, y al pronunciar sus últimas palabras en las que pidió perdón a sus hijos y a la familia de la víctima.
En el resto del juicio, que comenzó la semana pasada, el camionero pidió no estar presente, añadieron los informantes.
Durante el debate, la familia de Cordary no estuvo constituida como particular damnificada, por lo que la acusación fue impulsada solo por la fiscal Attarián Mena.
El femicidio de la oficial fue cometido el 22 de octubre de 2017, alrededor de las 16, en el departamento B16 1 B de un complejo habitacional situado en avenida Dardo Rocha, entre calles 17 y 18, en el barrio CGT de Berazategui, en la zona sur del conurbano, donde Cordary había residido junto a Maciel hasta unos meses antes.
Una fuente con acceso al expediente indicó que la oficial de Policía vivía actualmente con sus hijas y que desde su separación del padre de ellas lo había denunciado dos veces por “lesiones y amenazas”, por lo que sobre el hombre pesaba una restricción de acercamiento.
“En una de esas denuncias, la mujer dijo que el acusado amenazó con matarla si la llegaba a ver con otra pareja”, detalló el vocero consultado.
Según las fuentes, el día del crimen, mientras las hijas se encontraban en la casa de su abuela materna, ubicada cerca de la escena del crimen, Cordary fue atacada en el interior de su departamento.
Para la justicia, Maciel llegó al lugar, sorprendió a la mujer y la atacó con un cuchillo, tras lo cual, escapó a bordo de un auto particular.
Los mismos voceros señalaron que fue un compañero de trabajo del camionero quien, luego de recibir un llamado telefónico de éste, se trasladó hasta el departamento y después de forzar la puerta junto a un vecino halló a la mujer apuñalada junto a la entrada, por lo que llamó al 911.
A partir de esta alerta, efectivos de la comisaría 1ra. de Berazategui se dirigieron hasta el lugar del hecho donde constataron que Cordary había sido apuñalada, por lo que convocaron a una ambulancia, cuyo personal médico certificó posteriormente que la mujer ya estaba muerta.
En la escena del crimen también se presentó la fiscal de turno Silvia Borrone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 descentralizada de Berazategui, quien dirigió las primeras diligencias de los peritos de la Policía Científica que secuestraron la presunta arma asesina: una cuchilla de cocina, con una hoja ancha, filosa y lisa.
Mientras los funcionarios policiales y judiciales se entrevistaban con los testigos, entre ellos las dos hijas mayores de la pareja que habían sido los primeros familiares en arribar al lugar del hecho, recibieron una alerta de que Maciel se acababa de presentar en la seccional de la vecina localidad de El Pato, acompañado de un familiar y “todo ensangrentado”, explicó uno de los pesquisas.
Ante esta situación, la fiscal Borrone dispuso la aprehensión del camionero, quien al día siguiente se negó a declarar por el delito de “homicidio calificado por mediar violencia de género” y, de hecho, solo volvió a referirse al hecho en las últimas palabras del juicio.
En tanto, el informe preliminar de la autopsia al cuerpo de Cordary indicó que ésta recibió 16 puñaladas en tórax, espalda y dorsales, una de las cuales le perforó el corazón y le causó la muerte por “taponamiento cardíaco”.
Además, los médicos forenses detectaron lesiones en ambas manos de la víctima compatibles con signos de defensa, aunque la oficial no llegó a repeler el ataque con su arma reglamentaria, la cual fue hallada intacta.