En plena pandemia, apenas iniciado el aislamiento en 2020, en medio del temor por el COVID 19 a Federico Rey lo mataban en la Unidad N° 23 de La Capilla en medio de un motín donde los internos reclamaban medidas sanitarias. Del cuerpo de Rey se extrajeron tres proyectiles de plomo y se imputa de haber disparado los mismos a la alcaide mayor Eliana Heidenreich, jefa del Grupo de Asistencia y Seguimiento que desde el jueves estará sentada en el banquillo de los acusados y 12 ciudadanos decidirán si es culpable o no culpable.
El Tribunal Oral N° 1 de Florencio Varela tendrá a su cargo el proceso, se prevé que el jueves se inicie la producción de prueba que será escuchada por los vecinos que deberán impartir justicia. Heidenreich está acusada de “homicidio calificado por haber sido cometido por un miembro de una fuerza de seguridad y mediante el empleado de arma de fuego”; al tiempo que su defensa pretende que la figura legal sea un “homicidio culposo”; es decir que no hubo intención de matar.
El fiscal será el doctor Dino Maistruk en tanto que Heidenreich es defendida por los abogados particulares, Gustavo Galasso y Ezequiel Funes; el juez que dará las instrucciones a los jurados será el doctor Jorge Moya Panicello. Asimismo como particular damnificado; patrocinando a la familia de Rey y por violencia institucional; se presenta la Comisión Provincial por la Memoria.
El caso provocó conmoción en la opinión pública en plena pandemia por las características del mismo. Más allá de la figura legal por la que la imputada llega a juicio su defensa técnica había recurrido ante la Cámara de Quilmes que en su momento beneficiaba a la mujer al señalar que se había tratado de un “homicidio culposo” atenuando la calificación legal en contra de los encartados, además de Heidenreich irán a otro juicio por encubrimiento; ya que se desdobló el proceso; los penitenciarios Gastón Ábila y el prefecto mayor Gabriel Bergonzi.
Antecedentes
Federico Rey murió tras recibir disparos en medio de un motín en la Unidad 23 de Varela el 22 de abril de 2020. Fue en el marco de una protesta cuando detenidos se encontraban reclamando medidas de prevención al COVID en la carcel.
La autopsia reveló que Federico recibió tres disparos con balas de plomo, cuyo uso está prohibido dentro de las cárceles. Posteriormente al hecho, las autoridades penitenciarias habían informado que se había tratado de una pelea entre internos, lo que se desestimó con los informes de autopsia.
Rápidamente, la instrucción judicial, a cargo de la UFI 9 de Florencio Varela; temática de delitos carcelarios, había indicado en el expediente judicial que la alcaide mayor Eliana Heidenreich, jefa del Grupo de Asistencia y Seguimiento, había sido la autora de los disparos con arma de fuego; imputada por el delito de homicidio calificado por haber sido cometido por un agente del servicio penitenciario mediante el empleo de arma de fuego. La mujer, como Abila y Bergonzi fueron detenidos con prisión preventiva.
Sin embargo, para la sala II de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Quilmes benefició a los procesados ante las apelaciones de los imputados; al modificar la calificación legal por un hecho culposo permitiendo las excarcelaciones y que los mismos lleguen a juicio en libertad.