Tras la muerte de Silvina Luna, el fiscal Sandro Abraldes, quien intervino en el juicio en el que fue condenado Aníbal Lotocki, pidió que para la autopsia del cuerpo de la modelo se estudien algunas cuestiones particulares para tratar de determinar si se trató de un deceso causado por las prácticas terapéuticas del médico.
El funcionario del ministerio Público Fiscal pidió que al momento de efectuar la necropsia se determine “la causa y diagnóstico de muerte; la determinación de procedimientos médicos o quirúrgicos previos tendientes a la modificación corporal (estético); la verificación sobre la presencia de sustancias extrañas o ajenas al organismo que pudieran haberse introducido con motivo de los procedimientos señalados en el punto anterior, con indicación de las regiones o partes corporales de hallazgo”.
Además, reclamó “el pormenorizado análisis de los sistemas cardiorrespiratorio y renourinario, tendiente a verificar la existencia de patologías que pudieran tener relación con los procedimientos antes señalados”.
El fiscal Abraldes pidió específicamente “la especial exploración de la zona glútea, cuádriceps, isquiotibiales y muslos; la detección de polímeros o metacrilato y la preservación de todas las muestras de anatomía patológica necesaria para experticias posteriores, en especial ambos riñones y el sistema reno escretor”.
El abogado Fernando Burlando, quien representa a Luna y su familia, advirtió que “todavía no se decidió la autopsia, se decidió preservar el cuerpo de Silvina”, y añadió que el trámite “puede demorarse cinco años, lo importante es respetar a la familia, hacer la diligencia y notificar a las partes”.
La orden de la autopsia está en disputa entre tres jueces: el del tribunal oral que condenó a Lotocki, Carlos Rengel Mirat; el de instrucción número 36, Alejandro Ferro (quien recibió una denuncia del abogado Fernando Burlando); y su colega del juzgado 60, Luis Schelgel, quien investiga la muerte de otro paciente, Cristian Sánchez.
La autopsia, cuando sea realizada, deberá también contemplar “la práctica de los exámenes toxicológicos tendientes a determinar sustancias extrañas (tales como los acrilatos)”, propuso el fiscal.
Abraldes consideró necesario que la práctica encomendada sea efectuada por una Junta Médica integrada por dos profesionales forenses expertos en tanatología y especialistas en cirugía plástica y reparadora, terapia intensiva, nefrología, anatomía patológica, traumautología, anatomopatología, inmonulogía y diagnóstico por imágenes.
Además, “deberán remitirse al Cuerpo Médico Forense todos los antecedentes y constancias médicas de Luna obrantes en la causa (estudios, historia clínica, peritajes y demás prácticas relacionadas), así como la historia clínica completa confeccionada por el Hospital Italiano de Buenos Aires, cuya obtención deberá concretarse mediante orden de presentación, en atención a la urgencia del asunto”, cerró.