La Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, presidida por el riojano Ricardo Guerra (FNyP) retomó el debate sobre la ampliación del proyecto de ley que pretende solucionar a la situación de alrededor de 100 mil deudores de créditos UVA. Pasaron a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles 13 de agosto en donde comenzaran el debate, ya sin expositores, para consensuar un dictamen.
En la reunión, que se llevó a cabo en Salón Illia, expusieron representantes bancarios: Mariano Beltrani, subgerente General de Estudios Económicos y Gestión de Riesgos del Banco Provincia; Marcelo Mazzón, director Ejecutivo de la Asociación de Bancos Públicos y Privados (ABAPPRA); Francisco Gismondi gerente general de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA); el director del Banco Ciudad, Gastón Rossi; el presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina, Claudio Cesario yel director del Banco de la Nación Argentina, Martín Di Bella.
En el encuentro que se hizo este miércoles, los miembros del Colectivo Hipotecarios UVA manifestaron ser “víctimas de una estafa nefasta” y responsabilizaron a los gobiernos de Macri y Alberto Fernández, y a las grandes corporaciones. Los abogados de los damnificados exigieron modificaciones al proyecto que cuenta con media sanción de Diputados.
Los representantes de entidades bancarias
El primer expositor fue Francisco Gismondi gerente general de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) mostró preocupación por los créditos presentes y por los futuros porque “con la inflación actual no se pueden dar créditos en pesos, en dólares por la experiencia del 2001 y lo que nos queda es este tipo de créditos indexados que, con la inflación de hoy, es muy poco. Si la inflación baja, esto puede volver a revivir”.
“Nos preocupa mucho que, si el instrumento se toca, después no pueda servir para que otra familia salgan de su situación habitacional. Hay 100 mil créditos UVA, pero más de 3 millones de familias que tienen algún tipo de problema habitacional. tener un instrumento de crédito hipotecario es importante. En el país la relación de crédito y producto es de menos del 1% y en la región es del 8%. Lo que se desea es que el crédito hipotecario sea un instrumento que pueda llegar a muchas familias”, precisó y sumó: “Hay situaciones particulares que hay que atender, pero si por eso se legisla algo general nos preocupa por que se pueda generar en el futuro crédito hipotecario”.
Gismondi señaló que “para que haya un mercado hipotecario necesitamos estabilidad macroeconómica y las reglas de juego también deben ser estables. Debe haber una legislación que sea fácil de entender para todos porque cuando hay demasiados casos particulares es difícil que eso funcione”.
“El centro del proyecto es el Fondo Fiduciario, es un instrumento que puede ser muy válido. Ahí hay formas de hacerlo bien, pero nos preocupan algunas cuestiones técnicas de ese Fondo ej que se financie con los intereses de depósitos, pero cuando hay intereses tan altos parece poca plata, pero quienes van a terminar financiando ese fondo son todos los depositantes o pequeños ahorristas”, remarcó y sugirió buscar un financiamiento del Fondo que tenga más que ver con los propios tomadores de créditos y bancos.
También cuestionó que el Fondo “compensa algunos casos, pero no es simétrico y eso hace que sea mucho más difícil de financiar el fondo. El proyecto plantea titularizar los préstamos para que escalen. Hay una buena intención y está bueno pensar que podamos titularizar el crédito, pero algunas partes del proyecto no ayudan a que eso sea así”.
“Las ejecuciones hipotecarias de los bancos hoy en día es de cero, no hay ejecuciones relevantes y postergar por un año genera esta sensación de que la garantía hipotecaria es mala y así no vamos a tener crédito hipotecario. Necesitamos que sea una buena garantía y el último recurso es la ejecución y ningún banco quiere llegar a eso”, planteó y agregó: “Hay un problema para pagar las cuotas de créditos hipotecarios, pero el problema no es el instrumento, sino la inflación”. El funcionario remarcó que “la deuda en pesos crece todos los días, pero no es comparable con el 2016, 2017 y 2018. En valores reales la deuda del sistema financiero cayó un 20%. Estos créditos se están pagando y tiene baja morosidad y la deuda de a poco se va pagando”. Por último, aclaró que los bancos son “intermediarios financieros” y que “no están en contra de los tomadores de créditos”.
En un breve comentario, Guerra expresó: “Es un problema grande que tenemos y tenemos una gran responsabilidad para encontrarle una salida. Cuando la deuda es grande también es problema de la entidad. Vamos a trabajar para procurar encontrar un equilibrio en esta solución asimétrica”.
A su turno, el director del Banco Ciudad, Gastón Rossi, planteó que “no es un problema de una magnitud relevante. Obviamente implica un gran esfuerzo para todas las familias que están pagando, pero lo que se está intentando es una solución general para un problema que es de índole particular, no al instrumento”.
“120 mil sacaron sus préstamos y al día de hoy están en situación irregular de un total 8.914 préstamos, tenemos 164 en situación regular es decir el 1,8% regulares de los deudores”, indicó y explicó: “Si uno toma el índice de irregularidad en el total del sistema en los hipotecarios UVA la irregularidad es del 1,5%”.
Además, contó que por normativa del Banco “todos los UVA en la medida de la cual el salario crecía 10 puntos por encima del salario, los bancos estábamos obligados a extender a un 25% la vida del préstamo. En el caso particular del Banco Ciudad uno esperaría que si es un problema generalizado la cantidad de personas que hubieran solicitado esta extensión sería elevada, solo el 6,3% del total de la cartera solicitó esta extensión de plazo que, obviamente lo que genera es una baja en la cuota”.
En esa línea, agregó que en el contexto de pandemia a través de un DNU “se planteó un tratamiento especial para aquellos casos de préstamos hipotecarios UVA donde la cuota excediera el 35% del ingreso. El 0,06% de la cartera se acercó a solicitar y solo el 0,03% es decir 4 casos sobre 10 mil, acreditaron que la cuota excedía el 35% del ingreso”.
“Los préstamos hipotecarios tienen una afectación de la cuota del 40%. El sistema financiero en estos casos lo que hizo fue ser más restrictivos en cuanto a la afectación de cuánto podía representar la cuota del total del ingreso. En nuestro caso fue del 25% esa cuota. Si una persona sacó un préstamo al máximo y su salario evolucionó como la economía hoy esa afectación es del 31%. El problema es más particular que general”, insistió.
Según Rossi “la persona que sacó un préstamo UVA está pagando hoy una cuota que es un 28% inferior al alquiler que hubiera pagado. Subieron las cuotas como subió todo en la economía. Entre el 70 y 75% los créditos fueron dados por la banca pública que siempre tienen disposición para refinanciar, extender el plazo y acompañar al deudor. Se necesita una estructura asimétrica del Fondo compensador, retroactivo al 2019, puede representar o afectar o dañar la única posibilidad la economía inflacionaria de prestar hipotecarios para la vivienda a largo plazo. Debe haber algún mecanismo de indexación”.
En tanto el presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina, Claudio Cesario, señaló que “el proyecto debería ser revisado completamente. Por ejemplo, con respecto al aporte, no tiene lógica que un banco que no dio créditos hipotecarios UVA tenga que hacer un aporte del 0,025% sobre los depósitos que recibe”.
Basándose en el último informe del Banco Central, planteó que “en julio de este año se dieron 4.700 millones de pesos en Créditos hipotecarios UVA, 12 mil millones de pesos en créditos prendarios UVA y 3.500 millones de pesos en personal UVA. La gente lo sigue viendo como una manera de adquirir un activo y no como algo tan nocivo. La mora en total a mayo era del 1,2 en hipotecarios, 1.2 en crédito, 2.7 en prendarios y 4,6 en personales, la mora es bajísima. La gente siegue tomando hipotecarios UVA, no le tienen el miedo que están diciendo. El 80% de la gente que tomó el crédito sabía lo que tomaba, la mayoría son del sector empresario, compañías de seguro, son perfiles que entienden”.
“Toquetear cuestiones pasadas, puede generar problemas a situaciones futuras”, alertó y explicó que la “banca es tradicional”. Criticó el artículo 6 que habla de una adhesión voluntaria y gratuita: “Existen mecanismos donde las partes pueden acordar algo compensatorio, pero es relación de partes, no debe ser a costa de los depósitos del banco”, y cuestionó el artículo 8 también porque dice “que hasta último momento no pague porque algo va a licuar la deuda. No aclara que se cancela por despido, pero no dice que es despido con causa o sin causa”.
El licenciado Mariano Beltrani, subgerente general de Estudios Económicos y Gestión de Riesgos del Banco Provincia, explicó: “A cualquier banco, incluyendo a los bancos públicos, no le conviene tener clientes morosos. Nosotros entendemos que la política de bonificación y acompañamiento a este segmento específico fue efectivo para reducir la mora”.