Al cumplirse ayer un nuevo aniversario de la segunda desaparición de Jorge Julio López, testigo clave contra el genocida Miguel Etchecolatz.
“Hoy es una fecha especial y particular”, reconoció su hijo Rubén López, quien además consignó que la causa judicial “sigue igual hace tiempo”.
“Hace dos años que fui a hablar con el doctor Hernán Schapiro, quien estaba cargo de la Fiscalía de Lesa Humanidad, y nos contaba que están haciendo un montón de cosas, pero sólo veía una lista de papeles y el resultado de la investigación termina siendo nulo. No hay nada nuevo ni claro para poder tener una idea más allá de las sospechas que podamos tener respecto de lo que pasó el 18 de septiembre de 2006”, anexó.
Tras mostrarse “preocupado” frente a los discursos que mantiene ciertos sectores de la oposición con tinte negacionistas y ubicando a los militares en la misma línea que los desaparecidos, reflexionó: “hace un tiempo a estos personajes les decía negacionistas, pero luego de ver a la candidata a la vicepresidencia por La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, cambié el pensamiento: son pro-dictadura”.
“Antes del 2017 tuvieron la posibilidad de hacer una ley contra el negacionismo, y de esa manera, estas personas podrían no haber sido diputados o candidatos como lo son hoy. Y si se hubiese creado el área de Protección de Testigos quizá mi viejo hoy estaría hablando con ustedes. Lo que no se hizo antes, termina viéndose hoy”, lamentó López en declaraciones a Radio Provincia.
Así las cosas, sostuvo que quienes son negacionistas o pro dictadura “quieren abrir estos debates que ya están saldados. Y el Nunca más es Nunca más, pero sin López no es Nunca Más. Cuanto más este activo ese discurso es cuando más tenemos que salir”.
“Los que votan a Javier Milei no saben verdaderamente lo que quieren hacer, porque no llegamos y hay que empezar a informar mejor, con otras herramientas. Ellos no vienen por vos o por mí sino por todos”, alertó.
Finalmente, convocó a empezar a hablar con los jóvenes que se identifican con los libertarios e incluso a confrontarlos para “empezar a construir un relato nuevo de memoria, verdad y justicia, pero también con todos los derechos que vamos a perder”.
“Creo que ya está la generación para seguir reclamando. Mis nietos y mis sobrinos ya se están formando para tomar la posta del reclamo y así poder saber qué pasó y lograr justicia para cerrar ese círculo que no pudimos hacer mi hermano y yo”, remató el activista.