Desde 1942, el último sábado de octubre de cada año, la Peregrinación de Enfermos a Luján lleva a casi 2.000 enfermos o personas con capacidades diferentes a pasar un día junto a la Virgen. Para muchos de ellos, es el único día del año que salen de sus instituciones u hospitales. Este año, la jornada tendrá lugar en la jornada de hoy.
Así, desde hace más de 80 años, la Asociación Peregrinación de Enfermos a Luján (APEL) organiza esta peregrinación, que tiene por objetivo “llevar alivio espiritual a los enfermos, y organizar los pasos necesarios para lograr su traslado al santuario de la Virgen de Luján u otros centros espirituales similares”.
A diferencia de la peregrinación de jóvenes, que se realiza a pie, en este caso a los participantes se los busca por sus hospitales, geriátricos, talleres protegidos y otras instituciones, y se les brinda el traslado a la basílica en distintos transportes (ómnibus, autos particulares o inclusive ambulancias).
Allí, participan de una misa especialmente preparada para ellos, así como de un almuerzo seguido de entretenimiento y música. La jornada finaliza con una bendición con el Santísimo, que se acerca a todos los enfermos.
“Nuestro propósito es brindarles un día pleno de amor y diversión, compartiendo un almuerzo. Un día dedicado a ellos, sólo a ellos, que tantas veces son los grandes olvidados”, indican desde la organización.
Pero para lograr todo esto, además de las ganas, energías y organización de los más de 1000 voluntarios y acompañantes, se necesita de mucha ayuda económica para afrontar el gran costo que conlleva realizar esta peregrinación.
“No recibimos otra ayuda que la generosidad de quienes quieren que esta peregrinación se siga haciendo gratuitamente”, expresan sus organizadores, que animan a difundir la iniciativa, para conseguir donaciones.