“Los hechos de ninguna manera están probados, no hay pruebas, solo testimonios que incriminan a nuestro asistido, pero no se cumple con la tríada que comprende hechos, normas y pruebas; no existe una sola prueba que demuestra la responsabilidad penal de Dening. Acá se construyó una imputación en contra de mi cliente, porque decidieron responsabilizarlo a él”, fue el alegato común de los abogados particulares, Matías Aquino y Nicolás Agustín Payarola Hernayes al fundamentar ayer ante los jueces del Tribunal Oral N° 3 de Quilmes el pedido de libre absolución para el único imputado por la desaparición y homicidio de Salvador Altamura, el abogado quilmeño del que nada se sabe desde el 13 de julio de 2020.
En la víspera en la sede judicial de Yrigoyen 475 los abogados de Darío Dening, expusieron su alegato por más de dos horas ante los jueces Darío Hernández, Alejandro Portunato y Julián Busteros. Los letrados explicaron, a criterio de la defensa, las contradicciones en las que incurrieron algunos de los testigos como las “garantías constitucionales” vulneradas al encartado en el proceso de la instrucción.
Con un tono muy crítico hacia los funcionarios actuantes en el proceso, los abogados refirieron a que “se eligió a Dening para incriminarlo, se eligió desde un principio una sola línea de hipótesis. Acá tenemos en nuestras manos fojas de la causa en donde dice que un colega afirmó haberle pagado a un preso para hablar de Dening y luego se comprobó que se introdujo prueba falsa por lo que Camila Gramajo y Fernando Nanfaro estuvieron presos injustamente. Señores jueces, estamos en presencia de un proceso plagado de cosas que no son normales y siempre se apeló a involucrar a mi cliente”.
Luego explicaron porque no convocaron a testigos en el proceso: “el único que nos importaba era Pablo Dening (hijo del imputado) que no pudo asistir a esta dependencia pública por el miedo que tiene, le asestaron 23 puñaladas en un ataque en el que no le robaron nada. Se eligió a Darío Dening como culpable, el entorno de Altamura lo eligió y nosotros queremos justicia por mi cliente pero además por la familia de Salvador Altamura…”; finalizaron los letrados particulares.
Acto seguido el presidente Hernández anunció que el juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el 17 cuando sean las réplicas de las partes; luego se hará lugar a las últimas palabras de Dario Dening y los jueces pasarán a deliberar para convocar en una nueva fecha y pronunciar veredicto.
El caso
La víctima fue vista por última vez el 13 de julio de 2020, a las 17.08, en las inmediaciones o en el galpón situado en la calle Rodríguez Peña 1.210 de la localidad de Bernal, junto al acusado Dening.
Para la fiscalía, luego de asesinar a su amigo, el acusado tomó la motocicleta de la víctima y se dirigió hacia su departamento, ubicado en la calle 25 de Mayo 217, en pleno centro de Quilmes, donde “se apoderó ilegítimamente de una suma de dinero no especificada y un arma de fuego calibre 9 milímetros” propiedad del abogado.
Al momento de ser detenido, mientras intentaba ingresar en bicicleta a la provincia de Entre Ríos, el imputado tenía en su poder la suma de 386.662 pesos y 31.500 dólares, con los que intentó sobornar a los efectivos para que lo dejaran libre, y vestía una campera que era de Altamura.