El obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, presidió junto al padre párroco Oscar Marchessi, en la catedral la misa central por la fiesta de la Inmaculada Concepción, en la que participaron cientos de vecinos.
Durante la celebración eucarística, monseñor Tissera recordó que “hoy queremos honrar a María, rodearla de nuestro cariño de hijos e hijas, suplicándole por nuestra Iglesia diocesana. Dándole gracias por tantos beneficios espirituales”.
Asimismo, el prelado manifestó: “Hoy queremos traerle a la Virgen Madre las necesidades de nuestro pueblo que peregrina en esta porción de la Iglesia. Confiarle a ella nuestro camino sinodal, para poder llevar la alegría del Evangelio a nuestras hermanas y hermanos de estos tres distritos de Quilmes, Florencio Varela y Berazategui, con el estilo de Jesús”.
La imagen de la Inmaculada fue llevada por las calles de la ciudad como es habitual todos los años para esta fecha tan sentida por toda la grey católica. La Virgen fue acompañada por cientos de fieles que se sumaron a la sentida ceremonia en la sede religiosa de Mitre esquina Rivadavia del centro quilmeño.