El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, anunció la “restitución de los pabellones de alto perfil para jefes narcos y sicarios” en la Unidad Penitenciaria 11 de Piñero y la suspensión del ingreso de alimentos a las cárceles por parte de familiares, informó la Gobernación local.
“En este momento se está realizando una destacada operación restituyendo los pabellones de alto perfil”, sostuvo esta mañana el mandatario en la relación a dicha unidad cercana a la ciudad de Rosario.
El mandatario expresó que “los jefes narcos y sicarios van a volver a pabellones de alto perfil” y que eso “va a permitir tener un mayor control de estos reclusos”.
“El objetivo es que desde los penales no se cometan delitos; esto significa que si ese preso cometió un delito grave desde la cárcel, va a hablar con sus familiares y abogados a través de un blindex y va a estar monitoreado las 24 horas”, indicó.
El gobernador anunció esas medidas como parte de las reformas en materia de seguridad pública y control penitenciario con el objetivo de disminuir la comisión de delitos desde las prisiones, un fenómeno creciente en Rosario.
De acuerdo a las investigaciones judiciales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) se repiten los delitos como extorsiones, pero también instigación de asesinatos ordenados desde las unidades penitenciarias de la provincia, especialmente desde la cárcel en Piñero.
“Vamos a volver a instalar los inhibidores (de señal telefónica móvil), que están, y no los vamos a bajar más. Y vamos a suspender el ingreso de alimentos a las unidades penitenciarias porque no se puede requisar la entrada de alimentos de todos los presos”, afirmó el mandatario en relación a una modalidad de ingreso de teléfonos celulares u otros elementos prohibidos a las cárcel provinciales.
Fuentes penitenciarias del gobierno saliente dijeron a Télam que los pabellones de los presos calificados de “alto perfil” nunca dejaron de funcionar, sino que se ampliaron por el creciente número de detenidos con esa categoría.
“De 250 presos de alto perfil pasaron a 500, con lo cual hubo que habilitar un módulo entero del pabellón B” de la cárcel de Piñero, sostuvo la fuente consultada.
El gobernador, por su parte, insistió en la idea de discutir con el Poder Judicial –a cargo del cumplimiento de la ejecución de las penas de los condenados o procesados- el objetivo de que el Servicio Penitenciario “no tenga que estar requisando el ingreso de alimentos”.
“Vamos a retomar la idea de darles a los reclusos las cuatro comidas por día, como se hacía en la época en la que fui ministro de Seguridad (2015-2019), para evitar que tengan que recibir comida desde afuera”, precisó en declaraciones que difundió la Gobernación santafesina.